22 jul 2017

Las columnas políticas, hoy a 22 de julio de 2017

Hoy es sábado 21 de julio de 201
No fue un cartel, dice Mancera...!
Miguel Ángel Mancera, negó que el grupo delincuencial que fue atacado por elementos de la Marina en la delegación Tláhuac se trate de un cártel de la droga y detalló que sólo es un grupo criminal de narcomenudistas.
En conferencia de prensa, uno de los periodistas preguntó "¿Es un cártel?", a lo que el jefe de Gobierno respondió "no. Vamos a platicar ahora con el Secretario de Marina. Eso ya lo respondimos".

Mancera detalló que el operativo en el que murió "El Ojos", líder del autodenominado "Cártel de Tláhuac" fue "limpio y secreto", producto de la coordinación entre el Gobierno federal y su administración.
"La Ciudad siempre está alerta. Tenemos la obligación de estar siempre atentos", explicó Mancera.
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Javier Duarte comparece  ante el juez federal de control, Gerardo Moreno García,  quien determinará si es o no vinculado a proceso por los delitos que se le imputan.
En punto de las 10:00 horas, el ex gobernador d apareció en la sala de audiencias del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, acompañado de sus abogados. 
El juez de control desahogará hoy las pruebas contra el ex Mandatario y definirá si queda procesado por uno o los dos delitos que le imputan. 
En la audiencia se encuentran los fiscales responsables de llevar el procedimiento: Pedro Guevara Pérez, Martha Estela Ramos Castillo y Nely Labor Alvarado; también llegó Israel Lira Salas, titular de la SEIDO; hay espacio para 27 personas sentadas...
La prensa tiene acceso a las audiencias por su carácter público, pero no se autoriza introducir cámaras fotográficas o de video, grabadoras, celulares o cualquier otro dispositivo electrónico.
Apuesto dos contra uno que Duarte será vinculado a proceso...pero por si las dudas hay agentes ministeriales de Veracruz afueras del Reclusorio Norte por si se ofrece.
La ilustración es de Rosario Lucas de El Universal
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Las columnas políticas, hoy a 22 de julio de 2017
Templo Mayor de Reforma
SE ACERCA el 8 de septiembre, fecha en la que arrancará el proceso electoral para el 2018 y ya se supo que el INE quiere homologar el calendario federal con los estatales.
Y ES QUE, aunque todos los procesos terminarán en la elección del 1 de julio, los plazos para precampañas y registro de candidatos son distintos en cada entidad, lo que complicará la fiscalización de gastos y el monitoreo de propaganda.
EL ASUNTO es si los consejeros encabezados por Lorenzo Córdova tendrán tiempo para consensuar un solo calendario y si en los congresos locales habrá la disposición para armonizar las leyes electorales.
PORQUE la experiencia reciente indica que eso de ponerse de acuerdo para hacer compatibles los marcos legales de los estados es tantito más difícil que pasar a un camello por el ojo de una aguja.
AUTORIDADES federales y estatales en Puebla volvieron a fallar al tratar de detener a Roberto de los Santos de Jesús, "El Bukanas", líder huachicolero que se les escapó otra vez, como en marzo.
Y VAYA que el operativo de ayer les salió caro pues en la balacera murió un elemento de la Marina, además de cuatro presuntos sicarios.
PERO quizás lo peor es que, después de dos huidas, ya brotó el sospechosismo y hay quienes se preguntan si en verdad el sujeto es tan escurridizo o si "alguien" le advierte muuuy a tiempo para que se desaparezca antes de que lleguen por él. ¿Qué será?
DESPUÉS de semanas de silencio, la ex candidata de Morena a la gubernatura del Edomex, Delfina Gómez, reapareció y anunció una caravana de 10 días para defender el voto de los mexiquenses.
SU PLAN es acampar junto con sus seguidores afuera de varios edificios públicos como el Palacio de San Lázaro, la Segob y Los Pinos, para rematar con un mitin afuera del Tribunal Electoral estatal.
LO QUE NO queda claro es si es el final de su campaña por la gubernatura del 2017... o el principio de su campaña para el Senado del 2018.
QUIEN de plano ya está en plena campaña por la candidatura a la Jefatura de Gobierno es el delegado morenista en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal.
AHORA se inventó una presentación simultánea de su más reciente libro en las 16 delegaciones. Y llamó la atención que quien comentará el texto en Azcapotzalco será una de las fundadoras del PRD, Ifigenia Martínez.
LA DUDA es si su participación es un signo de que, como se dice por ahí, la economista dejará el perredismo para irse a Morena, o si aún sigue con la idea de unificar a las izquierdas.
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 Frentes Políticos/Excelsior
I. Gravedad. Una víctima más de la inseguridad en la Ciudad de México, esta vez fue el diputado federal Jesús Sesma, quien en días recientes sufrió un allanamiento en su casa por cuatro sujetos armados. Parece ser que ésta será la primera prueba de fuego para el recién nombrado procurador capitalino, Edmundo Porfirio Garrido Osorio. Esperamos que pronto encuentre a los responsables del asalto al legislador, y no por tratarse de un político, sino porque ya es intolerable tanta impunidad. Con lo único que cuenta el procurador, por ahora, es con el beneficio de la duda.
II. Fracturados, todos. Miguel Ángel González Gudiño, coordinador nacional de la Corriente Democrática Progresista del PRI, planteó la necesidad de que la próxima Asamblea Nacional, a celebrarse en agosto, sea el espacio para que el partido pueda recuperar sus principios ideológicos. Se pronunció porque en el PRI pueda llegarse a acuerdos que eviten la fractura, pero, al mismo tiempo, pueda llevarse a cabo una discusión dinámica y abierta. González Gudiño anunció que enviará su propuesta a la secretaria general del CEN de su partido, Claudia Ruiz Massieu, encargada de los preparativos de la próxima Asamblea. Sólo limando asperezas, llegarán a buen puerto. La fractura es lo menos grave, los institutos políticos deben demostrar en 2018 de qué están hechos. 
III. En la mira. Con el abatimiento de Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, líder criminal en Tláhuac, el primero a investigar es Rigoberto Salgado, delegado por parte de Morena, quien desde ayer fue linchado públicamente en redes sociales, acusándolo de supuestas complicidades con el grupo delincuencial. En entrevista, confirmó que está preparando una denuncia contra los señalamientos, mismos que calificó como infamias. Por lo pronto, rechazó estar involucrado, negó que tenga previsto renunciar y, por el contrario, dijo que por ningún motivo abandonaría su puesto. De hecho, el que no estaba ni enterado del operativo fue el delegado, y ¡cómo es posible que haya crecido tanto el problema en Tláhuac! Porque distraído, en temas que dejan tanto dinero, no debe ser. ¿O sí? 
IV. Soluciones. Ante el incremento en Veracruz de robos a casa-habitación y las pocas garantías que un agraviado tiene para defenderse, el grupo legislativo del PAN, a través de la diputada María Elisa Manterola Sáinz, apoyado por el PRI y la bancada Juntos por Veracruz, presentó una iniciativa para legalizar la muerte en legítima defensa, ya que actualmente la ley no es clara sobre los elementos para justificar la actuación en caso de un acto de defensa, y se complica cuando la víctima se vuelve el victimario de quien comete una intrusión. Por lo que se plantea que sea reformado el artículo 25 del Código Penal para el estado de Veracruz. ¡Qué fácil!, como no pueden bajar el nivel de violencia, apuestan a más de ésta. ¿Un país lleno de plomo? ¿Eso quieren? 
V. No les gustó. El Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados externó su rechazó a los lineamientos aprobados por el Consejo General del INE para “garantizar la equidad entre los participantes en la contienda electoral”. El INE prohibirá que líderes de los partidos se aprovechen de las pautas y los spots para promoverse. “Los lineamientos censuran la comunicación en internet, particularmente las redes sociales, restringiendo el alcance para que sea prácticamente nulo y que la discusión de los asuntos públicos se vea limitada a los tiempos oficiales que otorga el INE”, afirmó el diputado Jorge Álvarez Máynez, representante del Poder Legislativo ante el Instituto Nacional Electoral. Están tan acostumbrados a conducirse “por la libre”, que apenas les aprietan tantito y ponen el grito en el cielo. ¡Les dolió
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Trascendió / Milenio: 
Que autoridades federales y de Veracruz están preparadas para lo que pueda ocurrir hoy con Javier Duarte. Tan es así que agentes ministeriales de esa entidad estarán al pendiente a las afueras del Reclusorio Norte para, en caso de que el juez Gerardo Moreno García considere que no hay elementos suficientes para llevar a juicio al ex gobernador por los delitos federales de lavado de dinero y delincuencia organizada, aprehender al ex priista, quien a nivel local todavía tiene que afrontar acusaciones por cinco ilícitos. 
:Que el presidente Enrique Peña Nieto comenzará esta semana una gira de dos días por el norte del país. El lunes visitará Baja California y el martes Baja California Sur, donde además de encabezar diversos actos aprovechará para grabar spots en obras de infraestructura de ambas entidades para que sean transmitidos en su quinto Informe de Gobierno del próximo mes de septiembre. 
:Que Porfirio Muñoz Ledo dio muestras de su capacidad para unir a las izquierdas. Sin embargo, la reunión a la que acudieron ex fundadores del PRD como Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, así como los senadores Alejandro Encinas, Dolores Padierna e incluso el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, no fue de índole política, sino para festejar los 84 años del ex legislador, ex funcionario federal y ex dirigente partidista.
:Que el diputado de Morena Rodrigo Abdalá se destapó para la candidatura al gobierno de Puebla que se renueva el próximo año. El legislador federal aseguró que el partido que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene amplia militancia en la entidad y será competitivo como en Veracruz y el Estado de México, aunque tal vez su competencia será interna, pues tiene enfrente al senador Miguel Barbosa.
 :Que Miguel Ángel Mancera salió muy satisfecho de la reunión que sostuvo con el almirante secretario Francisco Soberón Sanz, titular de la Semar, no solo porque el operativo contra "El Ojos" fue exitoso, sino porque el jefe de Gobierno capitalino logró el respaldo de la Federación para ratificar que en la CdMx no hay cárteles operando. Incluso, el mandatario local reconoció públicamente la intervención del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para concretar el operativo en Tláhuac.
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SNA: crujen los cuates sin cuotas/Ivonne Melgar
Excelsior
Convertido en espacio de catarsis e intercambio de recriminaciones, el Congreso escenificó este miércoles una comedia más del desacuerdo.
La fecha era relevante para el calendario legislativo, ya que ese 19 de julio entraría en operaciones el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Pero llegado el día, el Senado siguió sin ponerse de acuerdo en el nombramiento del fiscal y de los 18 magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, instancia clave para juzgar a personajes que, como Javier Duarte, habrían transado con recursos del erario.
Así que la deuda parlamentaria se volvió materia de la sesión de ese miércoles en la Comisión Permanente, sede del Poder Legislativo cuando las cámaras están en receso.
“El problema es que Peña Nieto no quiere que esto prospere. Eso es todo. Lo demás es hacernos guajes”, resumió el senador Manuel Bartlett, jefe de la bancada afín a Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
A su modo, el PAN hizo lo propio al argumentar que sólo daría su visto bueno a un fiscal anticorrupción autónomo y que para esto debe concretarse la enmienda presidencial que evitaría que el titular de la PGR, Raúl Cervantes, sea de facto el primer fiscal general de la República.
“¿Para qué queremos un fiscal Especializado Anticorrupción, cuyo mandato termina el 30 de noviembre, que no tiene dientes, no tiene mandíbula y no tiene músculo?”, cuestionó el senador panista Juan Carlos Romero Hicks.
Y es que tal y como quedó la ley, el zar anticorrupción del SNA tiene serios impedimentos: no puede nombrar a sus propios agentes del Ministerio Público ni a los peritos ni a los titulares de áreas administrativas, pero tampoco investigar a la PGR por actos de corrupción. Y lo peor: carecería de recursos.
 “¿Para qué queremos eso? ¿Para que el gobierno se lave las manos y se lave la cara? La respuesta es no. No podemos tener una Fiscalía subordinada”, argumentó Romero Hicks.
La senadora Laura Rojas (PAN) abonó en esa justificación, al recordar que los aspirantes que participaron en el proceso para nombrar al fiscal anticorrupción coincidieron en que tal y como están las reglas, no habría manera de trabajar bien. Porque se necesitan reformas a las leyes de la futura Fiscalía General o de la actual PGR.
Al fijar la postura del PRD, Jesús Zambrano tomó la misma ruta y para ejemplificar la importancia de la autonomía inexistente ahora, se refirió al caso de Javier Duarte, quien horas antes, dijo, había ridiculizado al Ministerio Público.
“Y así todavía quiere pase automático de un procurador a la Fiscalía o de qué manera se quiere tener al fiscal Anticorrupción, si no se resuelve adecuadamente, es mejor que en lugar de estar pensando en pase automático, esté pensando en hacer maletas. ¿O qué quieren ocultar?”, criticó el perredista.  
Las impugnaciones de la oposición tienen sustento y son las que han hecho sentir organizaciones de la sociedad civil con la emergente iniciativa de #VamosPorMás.
¿Por qué se conformaron con un diseño institucional sin independencia?
Acaso porque la tradición parlamentaria se limita a  éxitos de papel publicados en el Diario Oficial de la Federación y promulgar leyes difíciles de cumplir o insuficientes.
Al defender al gobierno federal, en representación del PRI, la senadora Diva Gastélum recriminó a sus compañeros por la incapacidad de concretar la negociación de los pendientes del SNA.
“Somos 128 senadores, ¿por qué no nos ponemos de acuerdo? Porque nos encantan las cuotas. ¿A quién le va a tocar el fiscal y los 18 (magistrados)? ¡No, te tocan más a ti y no sé qué! Digan la verdad. Mentir también es corrupción, venir a decirle a la gente lo que quieren ustedes en aras de 2018, pues también es corrupción, digamos la verdad”, expuso histriónica y vehemente.
En la caricaturización de este desgastado esquema de negociaciones entre cúpulas partidistas, el senador Miguel Barbosa, también de la bancada de Morena, señaló al PRI y el PAN como autores intelectuales del desastre.
“Todo se detuvo por un conflicto electoral entre fuerzas políticas, una negociación que vamos a ver ahora que se anule Coahuila, si se destraba y puede avanzar este asunto”, señaló el experredista.
Y es que en vez de reconocer que la pluralidad de la sociedad exige que todos pongan de su parte y hagan del Congreso un espacio de soluciones posibles, los partidos se han conformado con el reparto de cuotas.
Esa ha sido la tónica en la conformación de órganos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (Inai).
El problema de fondo es la imposibilidad recurrente de construir acuerdos que puedan ser asumidos por todas las fuerzas políticas.
Porque algo se rompió en el sistema político mexicano y hoy ese mecanismo de cuates que se reparten cuotas está dando de sí.
Sus grietas se dejan sentir, igual en el complicado proceso de fiscalización de gastos electorales que en el inconcluso sistema anticorrupción.
Eso es lo que está crujiendo: un mecanismo de reparto de poder que no da gobernabilidad ni responde a las demandas ciudadanas.
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Tlahuác y los mensajes a Mancera/ Salvador Garcia Soto/
El Universal
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Inercias autoritarias/Ana Laura Magaloni Kerpel
Reforma
La semana pasada, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad dio a conocer un informe elaborado por Felipe Borrego, consejero de la Judicatura Federal, en el que evidencia la magnitud del nepotismo en el Poder Judicial de la Federación (PJF). Casi la mitad de los jueces y magistrados federales han logrado que sus esposas, hijos, papás, sobrinos, tíos, cuñados o suegras figuren en la nómina del PJF. El estudio no abarca a los ministros, pero esta práctica también involucra a algunos de ellos. Desde fuera no se entiende por qué el nepotismo es una práctica tan generalizada en el PJF. Desde adentro, en cambio, ello se ve con absoluta normalidad. No es algo que los juzgadores deban realizar en lo obscurito, pues ello ha sido parte inherente de la manera como se ha construido la burocracia judicial. ¿Qué nos dice el nepotismo acerca de los desafíos que enfrenta el PJF y, en particular, el Consejo de la Judicatura Federal?
A fines de la década de los ochenta, recién egresada de la carrera de Derecho, trabajé por poco más de tres años en el PJF; primero fui actuaria y luego secretaria proyectista de juzgado. En esos años, entre otras muchas cosas, entendí de qué estaba hecho un Poder Judicial que realizaba funciones de control constitucional en un sistema político autoritario. ¿Cómo hacer para que los jueces realizaran su función sin mermar el basamento autoritario del sistema político? Una forma de controlar políticamente a los juzgadores fue a través de construir una burocracia judicial que respondiera directamente a los ministros y éstos, a su vez, al Ejecutivo en turno. Antes de que se creara el Consejo de la Judicatura Federal (1994), los ministros designaban a cada uno de los jueces y magistrados y definían su adscripción y su inamovilidad. Existía un sistema informal de ascensos; todos tenían que ir subiendo cada uno de sus peldaños: mecanógrafo, actuario de juzgado, secretario de juzgado, secretario de magistrado, secretario de ministro y juez. Este largo camino permitía modelar un tipo de juzgador: formalista, disciplinado, ordenado, pero sobre todo, leal al ministro al que le debía su designación. Esta lealtad significaba, entre otras cosas, recibir instrucciones del ministro en asuntos delicados o de alto interés político. Al igual que en el resto de las instituciones del país, la lealtad y la subordinación fueron valores centrales en la configuración del PJF.
En ese contexto se inserta la práctica del nepotismo judicial. En los años que trabajé en el PJF, era muy frecuente que jueces y magistrados tuviesen trabajando directamente para ellos al menos a un pariente cercano. Ello cumplía dos funciones: la más obvia era darles un trabajo bien remunerado, pero, a la vez, esos parientes se encargaban de cuidarle las espaldas al juez y mantenerlo informado de lo que sucedía en su juzgado. Cuando lo que se premia en la institución es la lealtad y la subordinación, la práctica de contratar parientes es algo útil para el sistema. ¿Quién más leal que un pariente cercano?
La creación del Consejo de la Judicatura a fines de 1994 tenía como propósito transformar ese sistema burocrático de lealtades y obediencia hacia los ministros en uno de méritos y capacidades personales. La creación de un servicio civil de carrera con reglas claras para la designación, ascenso, ratificación, adscripción, suspensión y remoción de jueces y magistrados eran partes centrales de la nueva institución. Sin embargo, el problema fundamental ha sido que quienes han tendido la mayoría en el Consejo son esos mismos jueces, magistrados y ministros que se formaron en el viejo sistema. Lo que ha prevalecido, por lo tanto, es la tensión entre el cambio y las inercias del pasado. El informe de Felipe Borrego muestra que esas inercias autoritarias son mucho más acentuadas de lo que parece. La única manera de romperlas es con una reforma profunda al Consejo de la Judicatura Federal. Sin embargo, los intereses en juego son tan grandes que, hasta ahora, nadie de la clase política se ha atrevido a tocar esa institución. ¿Hasta cuándo?
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Viajero frecuente/Jorge Volpi
Reforma
Abilio recibe una misión de labios de su tío Maclovio -si todos tenemos un tío Maclovio, el suyo era el más Maclovio de los tíos-: avistar el mundo, desenredar nuevos idiomas, explorar la vasta redondez del planeta. Ahíto de curiosidad y de esperanza, aborda su primer avión para emprender una mínima odisea que al cabo lo traiga de vuelta al pueblo y a los brazos de su adorada Anacoluta, con quien se ha prometido en matrimonio.
Cerca del regreso, el joven recibe un premio inesperado que, bien visto, también es un obstáculo: un paquete de millas. En la letra pequeña: a riesgo de perderlas, ha de usarlas de inmediato. Abilio duda, pero, como todo buen héroe, al final no se sustrae a la aventura. Ni qué decirlo: al término de su periplo, una nueva lotería -con otra generosa dotación de millas- lo arrastrará a los más extravagantes rincones del planeta.
Nuestro Abilio se incorpora así al selecto club de los viajeros frecuentes: esos argonautas modernos que, a fuerza de ganar e invertir sus millas, consagran sus vidas a tropezar de aeropuerto en aeropuerto y de escala en escala sin otra meta que -Cavafis dixit- el viaje mismo. Abilio pronto se topa con otros miembros de su gremio; todos admiran y envidian al Gordo Pelosi, el flemático poseedor del récord de millas en tiempos recientes, y reverencian a Liborio la Momia, un anciano que, cual judío errante, no se ha detenido desde tiempos inmemoriales y vuela sin reposo, medio adormecido, en su silla de ruedas.
Nadie asuma que la vida del viajero frecuente es fácil: tras el deslumbramiento, empiezan a dolerte los riñones, ya no te ilusionan tanto Ulán Bator o Tasmania y te aburres de bañarte en los servicios de otra terminal. Cuando Abilio se topa con el Gordo Pelosi, éste le diagnostica signos del agotamiento y le anuncia la peligrosa tercera fase que se cierne sobre todo viajero frecuente, la temida Escala Tropecientos: el instante en que el regreso ya no es posible.
Abilio, enfurruñado, cree que el Gordo -su competencia: su espejo- busca desanimarlo y no cesa en su afán por vencerlo. Pero éste es ya el segundo malestar que se incuba en su cuerpo: semanas atrás, durante el homenaje que se le rendía, Liborio la Momia alcanzó a balbucir que sólo ansiaba volver a casa antes de que los organizadores le arrebatasen el micrófono. Los siniestros augurios no refrenan, empero, a nuestro héroe, quien sigue acumulando premios, millas, ciudades, selfies. Hasta que recibe la absurda, trágica, pavorosa noticia: el Gordo Pelosi -sí, el Gordo- se arrojó de una avioneta sobre el Himalaya y desde entonces se halla desaparecido...
No cuento qué más le ocurre a Abilio, el protagonista de Última escala en ninguna parte, el libro póstumo de Ignacio Padilla que acaba de publicar el FCE en su colección "A través del espejo". Se trata, estoy cierto, de uno de sus mejores textos breves, el universo donde se sentía más cómodo. Como todo gran cuento para niños y jóvenes, Última escala... es una gran lectura para adultos: una profunda, melancólica, desencantada reflexión sobre la existencia, sobre las carreras que elegimos (o nos eligen), sobre el sentido o el sinsentido de atesorar millas y reconocimientos, ansias y recelos, sobre la inercia que nos atenaza sin remedio.
Me es imposible, tras la muerte de Nacho, no desvelar los secretos autobiográficos que siempre escamoteó en sus textos para adultos e insertó en perfectos y retorcidos cuentos de hadas como Los papeles del dragón típico o Todos los osos son zurdos. Su reflexión, a punto de alcanzar esa mediana edad que se le escamoteó, gira aquí en torno a su propia carrera literaria, impulsada por decenas de premios; la amistosa competencia que nos unía; y la sensación compartida sobre la honda inutilidad de la batalla.
Al comenzar este hermoso y triste libro pensé que Nacho se identificaba con Abilio; al terminarlo creo, en cambio, que él es el Gordo Pelosi: al saltar hacia su propio Himalaya y huir de la Escala Tropecientos me dejó aquí, obligado a contemplar esa foto anónima en la cual se le ve, o no, serenamente recostado frente a un mar azul muy intenso.
@jvolpi

  Violaciones y vicios
SOBREAVISO / René Delgado
Reforma
Por violaciones menores a derechos fundamentales como las cometidas o solapadas por esta administración, más de un gobierno ya habría caído. Tal posibilidad no pasa de ahí porque el país carece de instituciones fuertes y autoridades firmes en los otros poderes, institutos e instancias partidistas que, en una democracia consolidada, servirían al propósito de balancear, apoyar y acotar al Ejecutivo y fortalecer el Estado de derecho.
Sin esa precondición y con una sociedad que no acaba de transformar su enojo en exigencia inteligente y acción organizada, la administración se ríe y burla del malestar social y, por momentos, lo reta a ir más allá de la queja y la crítica. Segura, quizá, que la furia no pasará de la revuelta y, de ser así, podría sofocarla con una mano en la cintura y otra en el tolete. A fin de cuentas, una revuelta -por las acepciones de su significado- es simple alboroto y, a la vez, repetición de vuelta que, justo por eso, no rompe paradigmas ni escapa del punto de partida.
Sólo así se entiende por qué la administración se desinteresa por cerrar bien su gestión y sí, en cambio, se desvive por prevalecer a través de algún integrante de su grupo. Al parecer, el alma de esa codicia no sólo deriva del privilegio de mandar sin obedecer ni atender, sino también del miedo a ser juzgado precisamente por haberlo hecho. Y, sobra decirlo, cuando el miedo hace presa a su víctima, cometer locuras no es algo extraordinario.
La violación de derechos fundamentales no es menor y sí grave.
Desatender a los familiares de personas muertas o desaparecidas. Privilegiar la persecución sobre la prevención del delito. Descuidar el derecho a la vida, la integridad, el patrimonio y la seguridad de las personas. Mantener en la pobreza a millones de seres y aprovechar su rentabilidad política. Dar largas al combate decidido al saqueo de recursos públicos o a la extorsión en el otorgamiento de obras y servicios públicos. Oír sin escuchar. Usar los aparatos y recursos de seguridad para espiar no a quienes atentan contra el Estado de derecho, sino a quienes se empeñan en fortalecerlo. Socavar la democracia, convirtiendo el voto en mercadería sujeta a compra y venta y reduciendo la participación ciudadana al ejercicio electoral sin mucho de dónde escoger. Borrar la frontera entre política y crimen, negando haber pactado. Cubrir bajo el manto de la impunidad a colaboradores directos o no que hacen de la posición, puesto de enriquecimiento y ejercicio de negligencia...
La violación de derechos no es menor y sí grave.
Si sólo el grupo tricolor incurriera en esos vicios, pero no los otros poderes, institutos y partidos, el deterioro político y el malestar social contarían con instrumentos y recursos para contener y acotar las malas prácticas que tienen a México contra la pared. El país no se encontraría en la complicada encrucijada donde se ubica, una situación lamentable donde su rescate día a día se dificulta.
La alternancia en el Legislativo y el Ejecutivo en la escala federal, estatal o municipal no generó una alternativa. Hay políticos y servidores públicos de excepción, hombres y mujeres extraordinarios, pero no integran una fuerza. La alternancia se redujo a turno y, algo peor, la oposición panista y perredista, lejos de jalar al priismo a la cultura democrática del ejercicio del poder, fue arrastrada por éste a la subcultura de la simulación y la corrupción, la complicidad con dividendos.
Los dirigentes y cuadros partidistas protagonizan y escenifican ser distintos, pero no marcan diferencia. Son, alguna vez ya se había dicho aquí, muy igualados.
Si esa complicidad -ya no sólo en el grupo priista, sino en el conjunto de la clase dirigente- se limitara al robo de recursos públicos, la extorsión de recursos privados o la transa de puestos y cargos, el país estaría frente a un problema difícil de resolver. La situación, sin embargo, es todavía más complicada.
A la corrupción se agregó la perversión política. La elaboración y canje de leyes hechas sobre las rodillas que, al aplicarse, resultan un galimatías. (Ahí está la reforma electoral que abominan los partidos, siendo que sus legisladores la elaboraron y designaron por cuota a quienes deberían de aplicarla). El otorgamiento de derechos en las leyes que, luego, se anulan o limitan en su reglamento o instrumentación. La conformación de institutos y sistemas que, en su estructura, dirección o presupuesto, se neutralizan o nulifican.
Pese al propósito declarativo, esos nuevos instrumentos no sólo no se consolidan sino que se reblandecen. Son como el socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, tienen vicios en su diseño y estructura que, en el apuro, la clase dirigente atribuye a los encargados -consejeros, magistrados, comisionados y comités- que gustosos aceptaron operarlos. Encargados a quienes, a sabiendas de los defectos de la obra, los entusiasmó el cargo, pero no mucho la función.
Apoyada en el tripié de la corrupción, la transa y la perversión, y afectada por una miopía incorregible y una complicidad irreversible, la clase dirigente se interna en un laberinto. Incurre en la violación de derechos fundamentales, desatiende a la ciudadanía, carece de las instituciones que amortigüen sus desatinos y no halla cómo conservar sus privilegios o, en la derrota, cómo escapar a su propia condena.
En estos días, solo la articulación de los organismos y movimientos ciudadanos que, pese a la adversidad o la perversidad política, van por más o exigen cambios ahora, oxigena la atmósfera enrarecida por la voracidad y el miedo de quienes aún hoy se dicen los profesionales de la política y exhiben su fiasco como una gema.
sobreaviso12@gmail.com
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