6 sept 2016

Debate pactado sobre Trump..Senado de la República

Debate pactado sobre la visita de Trump..
Sesión del Senado de la República, Martes 6 de septiembre de 2016..
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales (PVEM).., llevó muy bien el debate…“pactado“
Al final, despues de que hablarn y hablaron…,don Pablo Escudero, dijo:
“Una vez concluido el debate, daremos turno a la proposición que suscribe el Senador Miguel Barbosa Huerta (…) con punto de acuerdo por el que el Senado de la República evalúa, se pronuncia y asume una posición respecto a la visita de Donald Trump a nuestro país.
El turno es la Junta de Coordinación Política.  Mándese el turno para allá“, dijo.
y ahí quedó todo..
Asi inicio el debate
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales (PVEM).
Compañeros Senadores: Informo a ustedes que recibimos de la Mesa Directiva, en acuerdo suscrito por los integrantes de la Junta de Coordinación Política, para realizar un debate pactado en relación con la visita del señor Donald Trump a México.
Solicito a la Secretaría, dé lectura a sus puntos resolutivos.
La Secretaria Senadora Itzel Sarahí Ríos de la Mora: Por instrucciones de la Presidencia, doy lectura a los resolutivos del acuerdo.
Primero.- Para desahogar la discusión, se realizará una intervención de oradores de los grupos parlamentarios, hasta por cinco minutos, para fijar su posicionamiento en el siguiente orden:
Grupo parlamentario del Partido del Trabajo.
Grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.
Grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.
Grupo parlamentario del Partido Acción Nacional.
Y finalmente, grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.
Segundo.- Al término de los posicionamientos, se realizará una intervención por grupo parlamentario, incluyendo aquellos que no cuenten con un grupo parlamentario, si así lo desean y así lo solicitan; y  cuyo orden será de menor a mayor, cada una de ellas, hasta por cinco minutos.
Tercero.- Concluida la ronda  anterior de oradores, se pondrá a consideración de la Asamblea, si está lo suficientemente discutido.
Cuarto.- Los Senadores que soliciten la palabra para alusiones personales, intervendrán en el momento que lo soliciten, hasta por dos minutos.
Es todo, señor Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias.
Me ha solicitado la palabra  don Manuel Bartlett.
¿Para qué efectos, don Manuel?
El Senador Manuel Bartlett Díaz: (Desde su escaño) Señor Presidente, en la Junta de Coordinación Política, de ayer, se acordó con su presencia, de que habría una primera ronda de iniciativas y después este debate pactado, como lo llaman.
Y sin embargo, ya se abdicaron, la ronda de iniciativas. No entiendo por qué si estaba acordado, señor Presidente.
Eso nos altera la posibilidad de presentarle el sentido en que teníamos lista.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Sí, don Manuel. En el acomodo de la orden del día se procesó de manera inmediata o anterior, justamente este acuerdo, pero traemos en la orden de día, después de que se vote, iniciar justamente  con la presentación de iniciativas una ronda por grupo parlamentario para luego entrar a este debate pactado.
Sí está contemplado, aquí, don Manuel, y es el siguiente punto.
El Senador Manuel Bartlett Díaz: (Desde su escaño) Muchas gracias.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, don Manuel.
Está a discusión el acuerdo.
Consulte la Secretaría a la Asamblea, en votación económica, si es de aprobarse el acuerdo presentado.
La Secretaria Senadora Itzel Sarahí Ríos de la Mora: Consulto a la Asamblea, en votación económica, si es de aprobarse el acuerdo.
Quienes estén porque se apruebe, favor de levantar su mano.
 (La Asamblea asiente)
Quienes estén porque se rechace, favor también haciéndolo levantando su mano.
 (La Asamblea no asiente)
Aprobado el acuerdo, señor Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Aprobado el acuerdo.
Damos paso a la iniciativa de leyes. (...)
Tiene ahora la palabra el Senador Armando Ríos Piter, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, para presentar un proyecto de decreto que reforma diversas disposiciones para defender a la comunidad mexicana en el exterior de posibles acciones de Donald Trump.
Tiene el uso de la palabra, Senador Ríos Piter.
El Senador Armando Ríos Piter: Con su permiso, señor Presidente.
Solamente para hacer una aclaración.
Se está entregando en este momento el texto definitivo, el que usted leyó, es el que aparece en la Gaceta parlamentaria.
Habré de presentar a nombre propio y del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, la iniciativa con proyecto de decreto, por el que se reforman diversas disposiciones legales para defender los intereses del Estado mexicano contra acciones de gobiernos extranjeros.
Habrá el día de hoy, señor Presidente, compañeros y compañeras, debate político sobre, sin duda alguna, uno de los temas más terribles, más dolorosos, no solamente de la historia de esta administración, sino en la historia reciente del país.
Podría calificar esto, y citando a Enrique Krauze como un error histórico, grave, que le pega en el alma del país la decisión que tomó Enrique Peña Nieto, la semana pasada, de invitar, de citar, de encontrarse en Los Pinos, con una de las personas que más ha agredido, que más ha afectado, que más ha amenazado a nuestro país.
Difícilmente podría yo pensar, más allá, seguramente de las defensas oficiales que alguien se sintió cómodo con esa visita.
Lo hago convocándolos a todos y a todas a la revisión escrupulosa de sus sentimientos más profundos.
No esperaré que de parte de la bancada del partido oficial o del partido en el gobierno haya una convalidación del tema.
Seguramente habrán de defender la visión que tuvo Peña Nieto de recibir a Donald Trump.
Pero lo que quiero como mexicano es invitarlos a los Senadores y a las Senadoras de la República, a que reflexionen en lo más profundo de su ser, si esta decisión no fue algo que como mexicanos nos dolió, no fue algo que como mexicanos nos afectó.
Alguien que durante un año y meses, se dedicó a denostar, a hablar mal de nuestra gente, a señalarla, a amedrentarla, a generarle miedo y preocupación.
Ese es el personaje que vimos el miércoles pasado, tratado como Jefe de Estado, y el que en una entrevista publica, frente al Jefe del Estado mexicano, pues no encontró respuestas contundentes y claras frente a temas que nos duelen en el alma en lo más profundo como país.
Pero más allá de la editación y el sentimiento y seguramente el debate político que habremos de dar aquí. Es importante pensar con cabeza fría, qué hemos dejado de hacer en este año y meses que es lo que el concierto de las naciones vio, en esa imagen donde México invita a alguien que lo agrede y qué es lo que tenemos que decidir para que esa imagen desaparezca en México, sólo un país que siga siendo respetado y querido.
Respetado y querido por los Estados Unidos, sin duda, como socio comercial con el que hemos venido desarrollando una importante relación, pero como país respetado y querido en todo el mundo.
Eso es lo que tenemos hoy, compañeros y compañeras, que pensar con visión de Estado, que pensar más allá de la irritación y el sentimiento personal y ver cómo Senado de la República al país que tenemos que proyectar.
Donald Trump, en un discurso lleno de odio y de ignorancia, ha dicho que los mexicanos vamos a pagar el muro, ha hecho del muro esa figura en la cual representa físicamente la lejanía que quiere encontrar entre México y Estados Unidos.
No encontró de parte del Presidente Peña Nieto una respuesta clara.
Yo hubiera preferido que en lugar de un tuit, el Presidente se lo hubiera dicho de frente y hubiéramos evitado especulaciones, y este debate que poco o bien le hace al país en términos de suposición y dignidad.
La iniciativa que pongo a su consideración, busca que el Congreso de la Unión deje perfectamente claro que no habrá un solo peso del erario mexicano involucrado en pagar dicho muro.
No habrá, compañeros y compañeras, un solo peso del Estado mexicano dedicado a financiar cualquier obra pública que tenga que ver con afectar los intereses de la nación.
Así es como está redactado, porque hoy es Donald Trump, pero posiblemente algún  loco más surge en el concierto de las naciones que quiera venir a plantearnos cuestiones de ese tipo.
Un solo peso, compañeros, no puede ser dedicado del erario mexicano a financiar obras que afectan a los intereses del pueblo de México.
No veo por qué no sea un tema en el que podamos coincidir todas las bancadas.
Me ha tocado escuchar los discursos de todos diciendo que estamos de acuerdo en eso.
Yo espero, compañeros que en esto podamos aprobar algo de manera inmediata para dejarle claro, no solamente a Donald Trump, al pueblo del mundo entero que nosotros tenemos dignidad y que tenemos decisiones sobre soberanas, y que frente a definiciones de esa naturaleza tenemos posiciones claras.
El segundo punto, compañeras y compañeros tienen que ver con esta absurda idea de echar para atrás de manera unilateral el Tratado de Libre Comercio. Un tratado que ha significado 500 mil millones de dólares en el esfuerzo compartido a lo largo de los últimos años, año con año que significa para nosotros como país alrededor de 15 millones de empleos directos, que tienen que ver con el Tratado de Libre Comercio; 20% el Producto Interno Bruto  tiene que ver con el Tratado de Libre Comercio.
Pónganse a pensar qué significa la decisión unilateral de que el Tratado de Libre Comercio se acabe, 15 millones de mexicanos y mexicanas que de pronto, de golpe y porrazo queden sin empleo, es una afrenta de carácter muy profundo a la seguridad económica y a la seguridad nacional de nuestro país.
Pero si ellos deciden  eso, y más allá de que el propio tratado tiene mecanismos e instrumentos claros para contravenir dichas disposiciones tenemos la obligación, compañeros y compañeras de decirle con toda claridad a ese discurso de odio y a ese discurso de ignorancia que nosotros vamos a poner a revisión todos y cada uno de los tratados, todos y cada uno de los acuerdos que se han construido en esa redacción bilateral.
Yo soy un firme creyente que es una relación positiva, que es una relación constructiva y que es una relación que hay que profundizar, pero si por decisión  unilateral Donald Trump, en caso de que  llegara a ser presidente decide acabar con el Tratado de Libre Comercio de manera unilateral, tenemos que dejarle claro que esa  relación bilateral también implica un esfuerzo en materia política, un esfuerzo en materia diplomática y un esfuerzo en materia de seguridad hemisférica.
Si ellos deciden romper de manera unilateral esa relación de amistad y de buena vecindad, compañeros tenemos que tener dignidad, y con toda claridad y con toda contundencia decir que tenemos que poner a revisión todos y cada uno de esos tratados y esos acuerdos porque esa definición implicaría cambiar la visión de respeto y de construcción compartida.
No podemos tomar otra ruta, no podemos minimizar esa ruta, es la ruta que nos ofrecería una decisión, tomada por ignorancia por una persona que ha agredido al pueblo de México.
Y, tercero, compañeras y compañeros, en esa ley se plantea de manera genérica que aquél Estado, aquél país que busque atentar contra los intereses de nuestros nacionales en el extranjero tendrá de parte del Estado mexicano una profunda revisión de todos y cada uno de los instrumentos de política pública para actuar en reciprocidad frente a los connacionales de dicho país.
Él ha dicho que van a ser los paisanos y las paisanas quienes van a pagar el muro con  las remesas. Es solamente una figura, pero necesitamos tener instrumentos jurídicos para poder actuar con toda claridad, con toda dignidad.
Yo quiero decirles, compañeros, compañeras que este es el debate, este es el debate más allá de los posicionamientos tradicionales que sé que  van a existir, México tiene la necesidad, en este momento de plantearse firme y claro con dignidad en la construcción de su presente y en la construcción de su futuro.
Y yo soy un fiel convencido de que la construcción del futuro de nuestro país continúe en la ruta de un diálogo bilateral y de una construcción de manera compartida en América del Norte que junto con los Estados Unidos, junto con Canadá, junto con otros países, permita tener a México como un país grande, como un país que crece y como un país que aporta, con dignidad, con respeto y con esperanza.
Es cuanto, señor Presidente.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias Senador Armando Ríos, túrnese a las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores y de Estudios Legislativos, Segunda.
(...)
(...)
A continuación daremos paso al debate pactado que ha sido aprobado por esta Asamblea.
Tengo registrados para los posicionamientos a la Senadora Layda Sansores San Román.
Al Senador Jorge Aréchiga Ávila.
A la Senadora Dolores Padierna Luna.
A la Senadora Gabriela Cuevas Barrón.
A la Senadora Marcela Guerra Castillo, para posicionamientos.
En ronda de intervenciones, a don Manuel Cárdenas.
A la Senadora Martha Tagle Martínez.
Al Senador don Manuel Bartlett Díaz.
Al Senador Gerardo Flores Ramírez.
Al Senador Miguel Barbosa Huerta.
A la Senadora María Gómez del Campo.
A la Senadora Graciela Ortiz González.
Tiene el uso de la palabra la Senadora Layda Sansores.
La Senadora Layda Sansores San Román: Presidente.

Compañeras y compañeros: Duelo de epítetos abusivos, traficantes, corruptos, problemáticos, mentirosos, estafadores, criminales, violadores, asesinos, flojos, así insulta Trump a los mexicanos y a nuestros hermanos migrantes.
Incapaz, incompetente, indigno, temeroso, cobarde, tibio, ignorante, inconsciente, estúpido, traidor, así califican a Peña Nieto artistas, intelectuales, políticos de todas las cataduras, diferentes medios nacionales e internacionales.
Nunca habíamos llegado, los mexicanos, a tal unanimidad en nuestros criterios.
Quemamos en leña verde a John Foster Dulles, Secretario de Estado en la época de la posguerra, por una sola frase desafortunada.
Cuando dijo: “Que los Estados Unidos no tienen amigos, sino intereses”.
Y el discurso xenofóbico de Trump, no es un hecho aislado, es sistemático. Lo ha convertido en el eje de su propaganda política en sus aspiraciones presidenciales.
Seguramente, pensó el del copete seductor, que era un golpe de audacia.
Bien dice el viejo adagio: “Que no hay tonto más peligroso que un tonto con iniciativa”.
Y si aún viviera el autor de “Picardías Mexicanas”, en la que hace una descripción de los diferentes tipos de tonto, por decirlo, pues de una manera que no lastime los castos oídos de mis compañeros, pues, Peña quedaría clasificado en esos que parece “Pendejez esférica”.
La Constitución protege al Presidente, como en ningún otro país del mundo. Y dado los poderes meta constitucionales, los especialistas habían llegado a la  conclusión que sólo por vender un pedazo del territorio se le podría juzgar por traición a la patria.
En esta nueva realidad internacional, sí se le debe juzgar a Peña Nieto por el delito de traición.
Ningún extranjero había insultado y amenazado al país, de tal manera, y Peña abrió la puerta de la casa oficial, y todavía le dice que es un honor invitarlo a la casa de los mexicanos, y así como dicen los locutores futboleros, lo recibió con alfombra roja y caravana, helicóptero, escudo oficial y bandera mexicana.
En charola de plata sirvió los intereses de quienes nos agravia y podría poner en riesgo la seguridad del país.
A Trump no se le puede considerar un adversario. Su campaña de odio contra los mexicanos,  es propia de un enemigo. Y Peña, por lo tanto, debería de ser juzgado como traidor a la patria, que pague la afrenta y la traición del pueblo de México.
Pero miren, aquí ya hay una denuncia que interpuso Andrés Manuel López Obrador, y la tienen congelada, a ver si con estos hechos  podemos revivirla, y finalmente dar el merecido que debe de tener Peña Nieto, que se ha burlado de los mexicanos.
Peña rompió también con una tradicional diplomacia que habría practicado nuestro país al inmiscuirse en la campaña política de Estados Unidos y abrir la puerta para que también otros países se sientan con derecho a intervenir en asuntos internos de nuestro país.
Qué necesidad tenía de confrontarse con Hillary, con Obama.
Qué necesidad tenía de irse a entrometer en casa ajena, ¿no ve  que se le está incendiando el rancho?  ¡Por favor!
Dicen los especialistas, que es una verdad de oro,  una buena política exterior está avalada por una buena política interior, la Casa Blanca, la corrupción, la entrega de petróleo o la guerra contra los maestros, los presos políticos, Atenco, Tlatlaya, Ayotzinapa, Tanhuato, Nochixtlán, que se informe si una vergüenza nos muestran al verdadero Peña y al Trump que lleva adentro.  Dios los hace y ellos se juntan.
A Peña no le importa que Trump construya un muro. Lo único que le pregunta es un no pagarlo. Y yo tengo mis diferencias con mi compañero Ríos Piter, y que hay que poner en la ley que no podemos dar un centavo para pagar el muro.
Por favor, el problema no es pagar el muro, el problema es el muro, que haya esta afrenta que va contra los derechos humanos, que es la ignominia, lo que se debe, es construir una nueva política migratoria de respeto y sin subordinación.
Para terminar, pues cómo esperar que Peña defienda a los connacionales si él promueve, igualito que lo hizo Calderón y que hoy no venga a persignarse y a querer proponer un nuevo calderonato con mirada de mujer, como lo han denunciado varias organizaciones, él promovió una política de exterminio contra los migrantes de Centroamérica, contra hombres, mujeres y niños que dejan sus países huyendo de la miseria, de la muerte, simplemente persiguiendo un sueño.
No hay diferencia entre Trump y Peña, y mientras Trump grita que levantará un gran muro, Peña calladito cava miles de fosas a lo largo y ancho de este país, en conclusión, Trump y Peña son lo mismo.
¿De qué nos espantamos? Nos quedan dos años de pesadilla, de Peña no puede esperarse ya nada. Está muerto, está bien frío, y haga lo que haga y diga lo que diga, nadie podrá resucitarlo, perdió la confianza y el respeto de los mexicanos, entregó la plaza, hizo el ridículo y traicionó a los mexicanos, y en política, sépanlo bien, el ridículo y de la traición nadie se levanta.
Gracias.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Layda Sansores.
Senador Armando Ríos Piter, ¿Con qué objeto?
El Senador Armando Ríos Piter: (Desde su escaño) Para alusiones personales, señor Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: En posicionamientos no suele haber, pero lo aludió directamente.
Tiene la palabra, señor Senador Armando Ríos Piter.
El Senador Armando Ríos Piter: Muchas gracias, señor Presidente.
Senadora Layda, nosotros hemos sido muy claros, estamos en contra del muro, me parece que es pertinente subrayarlo cuantas veces sea necesario, es una idea absurda, es una locura, es un planteamiento que está basado en el odio y en el desentendimiento de lo que significa nuestra frontera, nuestra historia, la relación que tenemos con los Estados Unidos, comparto plenamente  el rechazo a una imagen de algo que en su absurdo  tiene todo el contenido de odio y de ignorancia.
Esa es la posición que hemos dejado  clara.
Y rechazamos, por cierto, que el Presidente Peña Nieto continúe en su discurso diciendo en todo momento que no se va a pagar el muro, pero que reconoce el derecho soberano de los Estados Unidos de hacerlo. Eso es un error, es un error la manera en la que el Presidente está atendiendo este tema.
Pero sí le quiero decir algo, y sí se lo quiero decir a mis compañeros y compañeras, la sensación de dolor como mexicano que yo tuve el pasado miércoles, estoy convencido que aquí no hay un solo mexicano, mexicana que no lo haya sentido, y por eso creo que es importante atender este tema bajo una perspectiva distinta.
El Presidente Peña cometió un error garrafal, es un error histórico, y no podemos quedarnos callados ante eso; pero lo peor es que nos quedáramos de brazos cruzados solamente criticando, esto es un problema ya para el Estado mexicano, hay que entenderlo.
Si no entendemos la condición crítica en la que queda el país frente a los mexicanos, frente al desamparo que le dio esa imagen a los paisanos mexicanos, frente al mundo entero, y nos quedamos viéndolo chiquito, sí es la reflexión que quiero hacer, “chiquito menor”.
Una discusión como si fuera una discusión partidista de oposición esa no la comparto, no la comparto por una razón, en este momento se requiere reencontrar el cauce de la visión del Estado mexicano, y ahí es a donde es importante que los compañeros de todas las bancadas, usted y los compañeros de todas las bancadas entendamos que hay que tomar cartas en este asunto.
Por eso la iniciativa que yo he presentado les pido que la revisen, sí les pido que la revisen, les pido que no la obvien, que no piensen que es un asunto más, que no la descalifiquen por pensar que es un asunto más de la izquierda.
No, compañero, no se trata de eso. Se trata de que hoy le digamos al mundo entero lo que es México, que México no es un país que da la bienvenida a quien lo agrede; que México no es un país que agacha la cara cuando alguien lo insulta; pero que México es un país que frente al discurso del odio tiene un discurso de amor entre los pueblos y de amistad entre los pueblos.
Esa es la coyuntura que hoy tenemos, es una coyuntura histórica, y sería profundamente equivocado, compañeros y compañeras, que el PRI se quedara en una visión oficialista, que el PAN se quedara simplemente pensando en cómo va a capitalizar esto políticamente hacia una elección futura, que la izquierda se quedara en la condición de solamente criticar.
Los invito, compañeros y compañeras, a que rechacemos la ideal del muro.
Termino, señor Presidente. Sin duda, por lo que significa esa afectación a la visión del derecho de los pueblos, pero, sobre todo, compañeros y compañeras, que hoy enfrentemos el reto de lo que significa regresarle la dignidad al pueblo mexicano y a nuestro gran país.
Es cuanto, señor Presidente.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Armando Ríos Piter.
Senador Jorge Aréchiga Ávila.
El Senador Jorge Aréchiga Ávila: Con la venia de la Presidencia.
Compañeras; compañeros Senadores: Buenas tardes.
Hoy más que nunca México y lo que representa para los Estados Unidos de América está presente en los discursos de los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano. Lamentablemente en el caso de éste último es sostenible la ignorancia con la que se refiere a la importancia que tiene México y los mexicanos para la sociedad estadounidense.
El proceso electoral que se vive en los Estados Unidos de América influye de manera particular en México, pues compartimos la frontera más larga y dinámica del mundo, además de mantener fuertes relaciones políticas y económicas, sin perder de vista los constantes flujos migratorios.
Como ya dije, a lo largo de las precampañas y campañas electorales el aspirante, y ahora candidato republicano, Donald Trump, ha hecho declaraciones desafortunadas sobre los mexicanos, que no reflejan más que su profundo desconocimiento sobre nuestro país.
Por ello, los legisladores del Partido Verde coincidimos en la necesidad de no caer en provocaciones, sino establecer acercamientos con actores que, como Donald Trump, inciden en el contexto político y económico global para dejar en claro lo que México jamás aceptará, y los riesgos para los Estados Unidos de cancelar la relación económica de los últimos años, el Tratado de Libre Comercio para América del Norte.
No es una sorpresa que, con gran visión de Estado, el Presidente Enrique Peña Nieto dialogue con los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos para conocer, de primera mano, sus  propuestas con su ánimo de respeto hacia nuestro país.
Con esta interlocución, el gobierno de la República, da muestra de su voluntad para tener puentes en lugar de construir muros. Como ha sido propuesto en la plataforma electoral de Donald Trump.
Congruente con los principios que rigen la política exterior de nuestro país, el Presidente Peña, apuesta por el diálogo y la cooperación, con quienes pueden a llegar a la Presidencia de los Estados Unidos, como una forma de anticiparse al intercambio diplomático, para que tarde o temprano ocurrirá.
Se equivocan quienes pretenden que el Jefe del Estado mexicano, entre en una dinámica de insultos o descalificaciones sobre los que se basan en la emoción.
Las descalificaciones expresadas por Donald Trump, hacia nuestro país, han indignado a los mexicanos, pero sería ingenuo ofendernos por mentiras.
A nadie le debe quedar la menor duda de que una relación diplomática de casi dos siglos de tradición, un intercambio comercial de 1 millón de dólares por minuto y un tránsito de 1 millón de personas diariamente, pero sobre todo, los profundos lazos de amistas y respeto entre México y los Estados Unidos, son mucho más fuertes que cualquier candidato.
Demos oportunidad a que el gobierno de la República, dialogue con los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos, pues tenemos plena confianza en que en este acercamiento, redituará el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
No podemos darnos el lujo de pasar el alto que los candidatos, Clinton y Trump, mantienen una cerrada pelea por la Presidencia de los Estados Unidos.
La diferencia en las encuestas entre ambos es muy  reducida.
El riesgo para México que Trump que gane, está ahí, no podemos cerrar los ojos a esta perspectiva.
Por ello, en el Partido Verde estamos convencidos de que si bien puede ser controvertido ante este panorama, el Presidente Peña tomó la decisión correcta. El tiempo nos los dirá.
Es cuanto, Senador Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Muchas gracias, Senador Aréchiga.

Senadora Dolores Padierna, tiene el uso de la palabra.
La Senadora Dolores Padierna Luna: Con su venia, Presidente.
Peña Nieto invitó al enemigo de México, lo recibió cuando él quiso, lo dejo tomar la batuta de la conferencia de prensa conjunta. El desastre perfecto.
La recepción de Peña Nieto al candidato republicano, Donald Trump, ofendió a las y los mexicanos, ofendió a nuestros connacionales en Estados Unidos, pero también ofendió a la Embajada Norteamericana en México, comprometió al Gobierno Federal a una posible intervención de Washington en nuestra propia política interior y denigró la envestidura de la Presidencia de la República.
Por donde se le vea, fue una pésima decisión.
Lo peor, no sólo fue la decisión del gobierno de Peña Nieto, de intervenir en la contienda presidencial interna de Estados Unidos, sino la humillación de Donald Trump a los mexicanos, quien no modificó un ápice, suposición antiinmigrante, xenófoba y represiva en contra de los mexicanos y de nuestra nación.
En su discurso de Phoenix, Arizona, horas después de su encuentro en Los Pinos con Peña Nieto, Trump reiteró que México pagará por el muro al 100%, aunque —entre  comillas— “Los mexicanos no lo saben todavía”.
Esta declaración fue una bofetada, una burla abierta, una humillación y un menosprecio al Presidente de México.
Trump dio a conocer su decálogo para una política antiinmigrante.
En ningún punto modificó, matizó o suavizó sus posiciones insultantes para los mexicanos y para los centroamericanos.
Por el contrario, reiteró que aplicará una política de cero tolerancia a los inmigrantes, sin importarle la violación de los derechos  humanos.
Presumió que construirá un precioso muro y reiteró su oposición al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el mensaje de odio y polarización de Trump, simplemente se agravó tras el encuentro de Peña Nieto en México.
Lo peor fue que el Primer Mandatario Mexicano, siguió en su discurso autocomplaciente.
Peña Nieto fue incapaz de desmentir a Donald Trump en público y ante el pueblo de México, que nosotros no vamos a pagar un solo centavo de ese delirante muro, que tampoco fue capaz de exigirle al magnate que se disculpara por los insultos que ha emitido desde el inicio de su carrera a la Casa Blanca.
En entrevista televisiva Peña Nieto ofendió una vez más la inteligencia de todos los mexicanos al señalar que sí apreció un cambio en el tono de Donald Trump,  y que el diálogo es la ruta para encontrar acuerdos.
¿Cuál diálogo? ¿Cuál acuerdo?
Trump simplemente utilizó la foto con Peña Nieto para endurecer su discurso, fortalecer su campaña, y no se puede dialogar con quien niega la dignidad del pueblo mexicano.
Dos ex embajadores recientes de México en Estados Unidos criticaron duramente la decisión de recibir al candidato republicano en  Los Pinos, Miguel Basáñez, escribió en su cuenta de twitter: “Nadie como Trump ha puesto tal  nivel de peligro en la relación México-Estados Unidos en los últimos 50 años, lamento profundamente la invitación”
Alejandro Sarukhán, redactó: “La invitación legitima a Trump, y su xenofobia legitima a Trump y su xenofobia, y envía un  mensaje de que no hay costo de atacar a México y a los migrantes mexicanos”.
Lo peor es que el gobierno de Peña ni siquiera fue capaz de escuchar a sus propios ex embajadores.
Ante esta situación que consideramos de suma gravedad, y debo de mencionar, que Peña Nieto está también violando los principios normativos de nuestra Constitución.
La autodeterminación de los pueblos, porque permite ligerecismo, la solución pacífica de las controversias, no  andar a las trompadas.
La proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales cuando Donald Trump se la pasa amenaza tras amenaza, la igualdad jurídica entre los Estados, este Estado mexicano está en igualdad de condiciones que el Estado norteamericano.
Por ello nosotros decimos que el Senado de la República debe de hacer un extrañamiento al titular del Ejecutivo Federal por la nula defensa del país ante los ataques de Donald Trump.
Al tiempo de exigirle a él mismo, a Enrique Peña Nieto una disculpa pública al pueblo de México por haber recibido y por respaldar implícitamente a un antimexicano, y  la postura contra México de ese personaje.
El Senado de la República también se debe de deslindar de la decisión del Ejecutivo Federal de inmiscuir al país en la contienda interna de los Estados Unidos de América, y también pedir la comparecencia inmediata de la Canciller Claudia Ruiz Massieu ante el Pleno de esta soberanía para que nos explique la decisión, los acuerdos privados que discutieron el Ejecutivo Federal y el candidato republicano antimexicano a la presidencia de Estados Unidos.
Me está mocionando el tiempo, quería mencionar cuatro cosas  más, pero ojalá estos tres pedidos se hagan eco por dignidad del propio Senado de la República y en la defensa del pueblo de México se hagan caso de estos tres pedimentos que hace el PRD.
Es cuanto, gracias.
(Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Dolores Padierna, y le agradecemos el respeto al acuerdo pactado.
Senadora Gabriela Cuevas Barrón.
La Senadora Gabriela Cuevas Barrón: Con su venia, Presidente.
Compañeras y compañeros Senadores: El miércoles pasado nuestro país sufrió una de las más grandes ofensas de las que tengamos registro.
La visita a la residencia oficial de Los Pinos por parte del xenófobo y discriminador, que tanto ha etiquetado a los mexicanos de violadores y criminales.
Pero sí,   fue ese al que el gobierno de nuestro país le puso la alfombra roja, al que le puso a México como tapete electoral.
Las consecuencias no son  menores, hay consecuencias políticas y hay consecuencias económicas.
En esa reunión el Jefe del Ejecutivo dijo, sí, a renegociar el Tratado de Libre Comercio  de América del Norte.
Olvidan que nada más de ahí dependen el 80% de las exportaciones de  nuestro país, pero también hay consecuencias de índole política, y una de ellas, la relación diplomática más importante que tiene nuestro país, que es la de Estados Unidos, ahora la ponen en riesgo, le abren nuevos frentes; lejos de ayudar con esa visita, de ganar Hillary Clinton se abre agravios; pero de ganar Donald Trump, México no ganó absolutamente nada, no existió beneficio alguno.
Y tercero, existe también un agravio de todos los mexicanos, el sólo hecho de que Donald Trump viniera a suelo mexicano a hablar de la construcción de un muro ofende, indigna y, por supuesto, merece el total rechazo por parte de este Senado de la República.
Tan equivocada la estrategia que siguió el Ejecutivo que ahí tenemos la negativa de Hillary Clinton para visitar nuestro país.
Hoy la política exterior de México es inconsistente, errática, carente de contenido, y es por ello que la bancada de Acción Nacional nos pronunciamos por invitar al Presidente de la República a un diálogo abierto, franco, constructivo con este Senado de la República.
La política exterior es corresponsabilidad del Senado de la República.
Senado quiere ser corresponsable, no cómplice.
No vamos avalar jamás este tipo de invitaciones.
El tema sustantivo aquí es la dignidad de México, nuestra soberanía, lo urgente es la defensa de los mexicanos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Es por ello que presentamos un punto de acuerdo.
En primer lugar, porque consideramos necesario un extrañamiento del Presidente de la República.
En segundo lugar, porque reprobamos la postura pública asumida por el Presidente, contraria a la defensa de la dignidad de las y los mexicanos.
En tercer lugar, invitamos al Presidente de la República a un diálogo directo con este Senado.
Queremos un diálogo republicano, ya vimos muchos diálogos en la televisión, ya vimos muchos informes, pero lo que no vemos es la verdadera construcción de una República, una República que haga honor a nuestros preceptos constitucionales y, sobre todo, también a nuestras convicciones.

Cuarto.- Al no ser una interlocutora válida ni para su jefe, pero tampoco para los Estados Unidos, pedimos al titular del Ejecutivo Federal la renuncia inmediata de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
Y, por supuesto, nos pronunciamos en contra de cualquier intento de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En Acción Nacional sí valoramos nuestras exportaciones, sí valoramos nuestros empleos, sí valoramos las inversiones, y esas no son piñata electoral de Donald Trump, y mucho menos están a merced de los caprichos de un gobierno.
Exhortamos a todas las fuerzas políticas, pero también muy importante, a las y los ciudadanos a formar un frente a favor de la defensa de los mexicanos radicados en el extranjero y a la exigencia del respeto a sus derechos humanos.
Si el gobierno no los defiende, el Senado de la República está listo para su defensa moral y jurídica.
A pocos días de la celebración del Día de la Independencia debemos recordar que independencia es soberanía, y esa se construye a través del respeto y de la dignidad, el gobierno de la República parece haber olvidado ambas.
Ni el pueblo de México ni el Estado mexicano debe permitir que se siga deteriorando la fortaleza y el buen nombre de esta gran nación, nuestro querido México.
Es cuanto.
(Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Gabriela Cuevas Barrón.
Senadora Marcela Guerra Castillo, tiene el uso de la palabra.
La Senadora Marcela Guerra Castillo: Con el permiso de la Presidencia.
Compañeras y compañeros Senadoras y Senadores.
El señor Donald Trump es el candidato más antimexicano de la historia de los procesos electorales en Estados Unidos, su visita generó malestar en los mexicanos.
El Presidente Enrique Peña Nieto tomó la valiente decisión de tener un puente de comunicación con el señor Trump para sensibilizarlo sobre las recurrentes y peyorativas expresiones empleadas, y para referirse al sentir de los mexicanos en cuanto a la posición migratoria, y hacerle saber que no aceptamos ni aceptaremos un muro en la frontera, y mucho menos pagaremos por eso.
La esencia de la política mexicana, compañeras y compañeros, es el diálogo, y quien se opone al diálogo con cualquier pretexto que sea está exhibiendo el intolerante que lleva dentro.
El gobierno de la República, por ello, siempre ha elegido el diálogo como la mejor forma para dividir controversias. Además, el diálogo es la vía adecuada para sensibilizar a las personas como Donald Trump que tienen una percepción errónea del fenómeno de la migración y de los mexicanos.
No ha sido esta la primera vez que un mandatario mexicano se reúne con candidatos presidenciales.
En este caso, recordemos, que en julio de 2008, el entonces candidato John McCain también se reunión con el Presidente Felipe  Calderón. Qué fácil hubiera sido evadir el diálogo con el señor Trump, pero se eligió la única opción que responde por los intereses de México y  los mexicanos. Cuánto más grandes sean las diferencias y son las diferencias, más se necesita el diálogo político.
¿Cuál es el logro de Donald Trump? Donald Trump logró unificar a los mexicanos y a los mexicoamericanos en su contra, a estudiantes, a trabajadores, a empresarios, a organizaciones civiles, a hombres de finanzas y a los más de 35 millones de migrantes de origen mexicano que radican en Estados Unidos.
Debemos insistir en fomentar que la difusión de la sana, intensa relación bilateral con Estados Unidos garantiza primeramente la seguridad de ambos países, que los mexicanos trabajamos esforzadamente para generar oportunidades en nuestro país, que no aceptamos un muro fronterizo y que los mecanismos bilaterales existentes que cada día adquieren mayor certeza, gracias a los avances en su institucionalización han demostrado ser eficaces para generar prosperidad compartida.
México ha entendido que el señor Trump es un riesgo para nosotros, es un riesgo para su país y es un riesgo para el mundo, porque no es confiable ni consistente.
Durante la conferencia de prensa del miércoles pasado, reconoció en México las consecuencias negativas que implican el tráfico de armas y aceptó la necesidad de contar con un enfoque integral para combatir ese trasiego en el caso de llegar a la presidencia de su país.
Pero a pocas horas después, en Arizona, recomendó a su auditorio: “Compañeros americanos, cuando voten, no olviden la segunda enmienda de nuestra  Constitución”. Deslizando con ello los  grandes intereses que lo deben unir a la Asociación Nacional del Rifle.
Como nación, reprobamos toda expresión xenófoba e insultos hacia cualquier pueblo del mundo, en el concierto internacional, el respeto, la tolerancia y el diálogo deben de ser las directrices que rijan las relaciones entre las naciones.
Es cuanto.
(Aplausos)
El Presidente  Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Marcela Guerra Castillo.
Pasamos a la ronda de intervenciones.
Tiene el uso de la palabra el Senador Manuel Cárdenas  Fonseca.
El Senador Manuel Cárdenas Fonseca: Con el permiso de la Presidencia
¿Queremos orden y respeto? ¿Queremos certeza y certidumbre jurídicas?  ¿Queremos ver la viga en el ojo ajeno, creyendo que nosotros en el propio estamos impolutos?  Que una persona les ponga la agenda, yo respeto, pero no comparto.
¿Qué pudiéramos decir nosotros de la forma tan desastrosa de nuestra frontera sur? Qué pudiéramos decir nosotros de que ahora acusamos los criterios no compartidos, aún en el esquema de las ofensas a la hora de traducir, de su idioma al nuestro, sus expresiones, cuando que nosotros somos terriblemente iguales o peores con quienes transitan en nuestro territorio, y que no nada más ingresan por la frontera sur.
¿Qué  podemos hacer nosotros para asumirnos responsables de lo que no hemos hecho? Es más, me imagino que la inmensa mayoría de todos mis compañeros han viajado a Estados Unidos, si no necesariamente han regresado por tierra.  Pero cuando regresan por tierra, resulta que el gobierno mexicano para efectos migratorios les da libre tránsito al que sea, siempre y cuando el vehículo traiga placas de nuestro país.  No hay una manera de verificarlo, y entonces si acaso le llegase a tocar  el semáforo en rojo en el sistema aleatorio, lo paran para revisar mercancías, pero no para autenticar la personalidad de la persona, y ahí pudieran estar entrando a este país cualquier tipo de delincuentes, independientemente de que también personas muy positivas.
Pero en esta discusión, que una persona traiga de cabeza a tantos mexicanos, para mí es muy triste. Insisto, respeto, no comparto.
Y es evidente que no cabe duda, que a la distancia y en lo impersonal de las redes, pues, sucede que si no se decía: “Si hacía mal”, y “Si se hacía, como se hizo, está peor”.
Lo que queda claro, al menos para mí, es que ido el enemigo, casi todos son valientes.
Y, muy probablemente, siendo respetuoso, y en la libre autodeterminación de los pueblos, habría que advertir que yo no quiero fronteras como la frontera del sur de nuestro país.
Yo no sé si los Estados Unidos de América, la quieran en la propia con México. Yo no la quiero así.
Tampoco quiero, como les decía, que allá nos traten o traten a los connacionales como nosotros tratamos a los que violando disposiciones legales ingresan a nuestra patria.
Pero el tema migratorio en Estados Unidos es un tema, no nada más contra los latinos. El tema migratorio en Estados Unidos es un tema que ha estado en la agenda de ellos desde hace varios años y décadas.
Y aquí me resultaba chistoso cuando el estado de Arizona legisló para cerrar su frontera en términos de libre trasiego, porque hay partes para ingresar con orden y respeto, y respetando las reglas que les son propias, y no por la brecha o la vereda.
En México se rasgaron las vestiduras muchos, cuando lo que no entendían es que esa ley no era antinmigrante, era un problema presupuestal, era un problema muy grave, porque siendo competencia del Capitolio  y de la Casa Blanca la parte migratoria, cuando ésta no hacía su chamba, e ingresaron más de 700 mil extranjeros a Arizona, el estado de Arizona se vio obligado, ahora por las leyes locales, a darles educación, servicios de salud, etcétera, y entonces, la parte de la recaudación fiscal no les alcanzó y los impuestos locales de Arizona se incrementaron del 6 al 9 y fracción.
Para ellos era un tema de competencias de distintos órdenes de gobierno, de omisión en el cumplimiento de las obligaciones, y claro, aquí nos alojamos en la bandera y quisimos interpretar, como mediáticamente podríamos haber hecho un escándalo.
Pero, hombre, allí tienen al Sheriff de Maricopa, esa sí es autoridad presente, de ella sí se conocen actos. Esto es un ciudadano común, experto en la comunicación mediática.
Y si el Presidente de la República lo enfrenta, sin lastimar su investidura e invitando a los dos, muy respetable que uno haya querido venir y la otra no haya querido asistir. Pero más respetable que lo haga no poniéndose en el nivel del ofensor.
Compañeros legisladores: Tenemos grandes temas que atender. Y el día de mañana muchos mexicanos, varios, por lo menos, aspirarán a ser Presidentes o a Presidente de este país.
Ya lo vimos en la elección pasada, ahí andaban viendo cómo se entrevistaban y cómo viajaban a cada rato de Estados Unidos de América para que les conocieran y les escucharan.
Creo que este debate no tiene mayor futuro que seguir siendo una discusión bizantina, cuando realmente no nos asumimos responsables de lo irresponsables que hemos sido como nación.
Muchas gracias.
(Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Muchas gracias, Senador Manuel Cárdenas.
Senadora Martha Tagle Martínez, tiene el uso de la palabra.
La Senadora Martha Angélica Tagle Martínez: Compañeras y compañeros Senadores.
Indignación, rechazo, enojo, mal humor social y generalizado es lo que se vive estos días a partir de la visita fallida de Donald Trump.
Y me pongo en el papel de los legisladores, de los compañeros que han querido venir a justificar esta tonta decisión, por decirlo lo menos, aduciendo una serie de argumentos para tratar de defender lo que a todas luces es indefendible, porque cada uno de ustedes sabe perfectamente que este se suma a la larga lista de errores que ha cometido el Ejecutivo Federal y, sin embargo, tiene que tratar de defenderlo el día de hoy.
No nos equivoquemos, compañeros.
No estamos aquí hablando de la política exterior de Estados Unidos, no. Aquí estamos hablando de la política exterior mexicana que ha argumentado hoy una y otra vez, con base en el artículo 89 fracción X, que los principios que sigue esta política exterior es de no intervención.
Y que por eso, no podríamos estar invitando a hablar públicamente a los candidatos presidenciales.
No nos equivoquemos, no venimos aquí a hablar del señor Trump, ni de su xenofobia, racismo, misoginia, ni del desprecio que ha mostrado por mexicanos y latinos que han hecho posible que en ese país existan servicios, producción y economía, no. No estamos hablando aquí de Donald Trump,  estamos hablando aquí de la ocurrencia que tuvieron en la Presidencia de la República, de invitarlo a hablar con el Presidente.
Estamos hablando aquí, porque todo mundo se hace esa pregunta. ¿En qué diablos estaba pensando el Presidente al prestarle al peor enemigo de su país la casa presidencial para beneficio de su campaña?  ¿O qué,  acaso no se dieron cuenta que solamente lo uso como un acto más  de campaña? Él quería venirse a tomar la foto con la bandera mexicana detrás. Eso es lo único que le interesaba.
Y la Presidencia se prestó a ese juego.
Hoy estamos hablando aquí, de uno de esos errores garrafales, uno de tantos que ha cometido el Presidente Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, me parece que después de lo de la  Casa Blanca, éste  se ha constituido en uno de los que más están lastimando a los mexicanos.
No sé si ya leyeron a Jesús Silva Herzog, él dice: “El Presidente agredió al país. Excusó el racismo de Trump sugiriendo en la conferencia de prensa que su discurso había sido, en realidad, un mal entendido, y que confiaba en que quería una buena relación con México”.
El Presidente ofendió particularmente a los mexicanos que viven en los Estados Unidos y que no solamente  escuchan la violencia verbal de Trump, sino que encaran el odio que su campaña ha levantado en su contra.
Y continúa.
 “Dañó irreversiblemente la relación del Presidente de México con la candidata puntera de los Estados Unidos”. Y si no lo entendemos así, vean la respuesta de ayer de Hillary Clinton de no aceptar tal invitación”.
Me parece, compañeros legisladores, que si nos asumiéramos realmente como un Poder Legislativo autónomo, no estaríamos buscando hoy justificar al Presidente por una decisión errónea, estaríamos sumándonos a las voces que exigen una explicación, y no sólo eso, estaríamos exigiendo lo que dice la Constitución, porque Enrique Peña Nieto traicionó a los mexicanos.
Le leo algo más, que me parece muy importante mencionarlo acá, para tratar de entender cuál es la lógica que siguen allá en Los Pinos.
Si Peña Nieto quería usar a Donald Trump para proyectarse como un estadista capaz de  dialogar, fracasó.
Si buscaba cambiar la narrativa y la conversación sobre su gobierno, fracasó.
Si intentaba limpiar su imagen, fracasó.
Si pensó que podría ponerle un alto a la xenofobia de Trump y convencerlo sobre la inviabilidad del muro, fracasó.
En lugar de usar, fue usado, en vez de crecer se encogió, con el daño colateral a la relación bilateral a la credibilidad de la Cancillería, a la dignidad de los mexicanos y a su posición en el mundo.
Por eso compañeros, lo mínimo que esperaría de este Senado es hacer un extrañamiento  al Senado de la República, al Presidente de la República, es lo mínimo que se merecería por esta decisión  que, además, como se ha dicho, ni siquiera pasó por Cancillería.
Y concluyo diciendo: “Hay que seguir la ruta del interés que movió esta reunión —quién promovió esta reunión de Enrique Peña Nieto con Trump—   entiende perfectamente que entre las naciones no hay amigos, sino intereses, y eso es lo que hay que buscar”.
¿Cuál desinterés que guio a Luis Videgaray a concretar esta reunión de Trump con Enrique Peña Nieto?
Es cuanto.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Martha Tagle Martínez.
Tiene el uso de la palabra don Manuel Bartlett Díaz.
El Senador Manuel Bartlett Díaz: Con su venia, señor Presidente.
Quiero decir, para empezar, que suscribo todas y cada una de las palabras de mi compañera y admirada Layda Sansores, para tocar otros temas, aun cuando ella ya lo mencionó.
Independientemente de la enanización de Peña Nieto y su imposible recuperación, que les afecta a todos ustedes, sin duda, independientemente de ese grotesco, esa grotesca actitud que lo dejó en “presidentito”, hay que subrayar otras cosas.
Miren, el haber invitado a los dos candidatos es una violación constitucional, porque la Constitución en su artículo 89, fracción X, establece los principios de la política exterior mexicana y ahí está la no intervención.
Es un acto absurdo de intervención en la política electoral norteamericana, y de ahí deriva, y ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador cuando lo comentaron, la posibilidad y la puerta abierta para que se meta en nuestra política interior, que ya bastante están metidos. O sea, es, primero que nada, una violación constitucional.
En segundo lugar, es una brutal ignorancia, su tesis no fue de política exterior, no hay ninguna demostración que haya tenido alguna atención a la política exterior quien es Presidente de México.
La política exterior norteamericana, compañeros Senadores y Senadoras, es una política bipartidista, bipartidista.
Pensar que nosotros podemos empujar a un presidente demócrata es el error de los ignorantes. Estados Unidos es un poder mundial y su política exterior obedece a principios que están por encima de los partidos y, por tanto, es una política bipartidista.
Además de ser un absurdo violar el principio de la no intervención y meterse, como lo hizo, es una ignorancia supina. Los Estados Unidos van aplicar su política de intereses en donde sea, la aplican aquí en México, y van ustedes a ver cómo es idéntica.
¿Qué hace Bush hacia México?
Pues empieza a presionar a través de imponernos la política migratoria, a través de hablar de una lucha en contra del narcotráfico, la guerra, y se mete en México. Ya la política antinarco, pues es de Estados Unidos la que aplicamos aquí, ese fue Bush.
Establece una serie de mecanismos habilidosos para penetrar en México, para meterse aquí con la connivencia de los presidentes últimos, todos.
¿Qué es la alianza para la seguridad y prosperidad de América del Norte, el ASPAN?
Sino una pérdida de soberanía en México, es una pérdida de soberanía el ASPAN.
¿Qué es la Iniciativa Mérida?
Pues una imposición de los Estados Unidos, la Iniciativa Mérida, que además ustedes, Senadores, nunca han querido tomar cartas en el asunto, la iniciativa Mérida es inconstitucional. Pasa por encima de las facultades de este Senado y se quedan calladitos, porque la aprueban presidentes.
Todos los últimos presidentes han estado sometidos a esas políticas que eran republicanas y son demócratas. Es igual.
Hay que estudiar un poquito en el Senado que es donde él se lleva la participación en la política exterior de México. Es una ignorancia brutal.
Entonces, ¿Hay algún cambio de Bush a Barack Obama? Ninguno.
La política migratoria que nos exige aquí que la tiene dominada los Estados Unidos, son los que controla la política migratoria mexicana. Es la misma.
Barack Obama, el Partido Demócrata y su Hillary Clinton, han expulsado más mexicanos de los Estados Unidos que ningún otro presidente.
¿Hay una diferencia entre una y otra?
Han aceptado a la presencia de agencias exteriores los expresidentes, el PAN y el PRI.
De manera que han venido entregando la soberanía y ahora, claro, pues están en esta gran estupidez tan pública, bueno pues vamos a lanzarnos contra el pequeño, empequeñecido Presidente.
Como vamos a revisar la política exterior, eh.
Aquí se aprobó para completar el control que ejerce Estados Unidos sobre la política migratoria mexicana en México, aquí se aprobó que los agentes migratorios norteamericanos y los de Hacienda estén en nuestro territorio armados, aquí se aprobó.
Aquí se ha aprobado la presencia de la Home Lance Security de los Estados Unidos para decirnos que la seguridad en México depende de ellos también porque somos lo mismo, América del Norte en esa absurda integración que Peña Nieto y ustedes aceptan.
América del Norte, no, nosotros somos México, nosotros tenemos una frontera, nosotros tenemos intereses, nosotros no somos parte de América del Norte, habrá contratos, convenios económicos, comerciales, pero hay intereses que son nuestros. No los de Estados Unidos.
Y la política exterior es eso, aprender, estudiar, prepararse para saber que la política exterior norteamericana es la misma.
Cuántas cosas hemos hecho entregando la soberanía nacional y aquí nos alarmamos de la estupidez del señorcito, no, se nos olvida que hemos hecho un régimen especial para que entren las transnacionales.
Se les olvida que aprobaron aquí que las empresas transnacionales puedan ocupar el territorio nacional y el gobierno está obligado a darles territorio nacional.
Se les olvida todo eso.
¿Qué es lo que estamos pensando cuando hablamos de política exterior, cuando están entregando todos los días la soberanía nacional los presidentes panistas?

Ya se les olvido el comes y te vas.

La instrucción de Bush para que se fuera Castro y que no estorbara a su alteza e imperial Bush, comes y te vas, hijo. Ese su Fox, a que ahora no lo quieren mucho.
Ese Fox, tan bravero hoy, un servil de Bush; servil, Calderón; igual Peña Nieto, igual.
Esa es la política de México violando los principios que establecen para el Presidente de la República en el artículo 89, fracción X.
Entonces, estuvo espantoso el desfiguró que van a pagar, es irrecuperable su Peña Nieto, da pena los esfuerzos que hacen aquí. Es hasta cómico defender lo que no se puede defender.
Vamos a defender al país, vamos a defender la soberanía nacional, vamos a impedir que nos estén manejando aquí y que estén metidos aquí, vamos a impedir que se nos conviertan en una colonia norteamericana. Eso es lo que hay que hacer y eso lo que no se hace.
La política exterior de México es la defensa de los mexicanos, del territorio mexicano, de nuestros intereses la política exterior.
Los estados Unidos es defender sus intereses, es una violación a la soberanía estar entregando una y otra cosa más y más y más para que se metan aquí y dominen con  toda la infraestructura petrolera y eléctrica, ya está definida en el Congreso de los Estados Unidos para que entren las empresas norteamericanas a apoderarse del territorio nacional, ya no es llevarse el petróleo y apoderarse del territorio  nacional utilizando toda la infraestructura petrolera.
Lo acaba de arreglar el vicepresidente de los Estados Unidos, con Peña Nieto, y eso nadie lo notó, nadie se fijó, eso es lo importante.
Ya este hombre se enanizó, ya no tiene remedio, oigamos sus últimos estertores aquí de una vergonzosa defensa.
Pero mejor vamos a revisar nuestra política, la de aquí de este Senado, entreguista, frente a los Estados Unidos.
Muchas gracias señor Presidente.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, don Manuel.
Senador Gerardo Flores.
El Senador Gerardo Flores Ramírez: Muchas gracias Presidente.
Con la venia de la Asamblea. He escuchado este mediodía en esta tribuna, diversas expresiones que fundamentalmente, y sin duda alguna, están motivadas por la emoción, por la fibra emocional.
En el Partido Verde también estamos molestos con Donald Trump, lamentablemente eso no resuelve nada. Yo difiero de quienes insisten en que la invitación a Donald Trump y a Hillary Clinton fue un error; difiero de quienes afirman que el tono de Trump no se modificó como consecuencia de la visita y de su encuentro con el Presidente Peña.
Difiero de quienes viven en un mundo imaginario y piensan que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte es un instrumento inscrito en piedra.
Le recuerdo al Partido Acción Nacional que el texto de ese acuerdo contiene una cláusula por la que es posible que una de las partes dé por terminado este tratado.
Le recuerdo la postura de Trump que previo a la visita a México, reiteraba una y otra vez que daría por terminado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
En el tema que verdaderamente representaba un riesgo para México la terminación del TLC es indudable que Trump modificó su discurso; quien afirme lo contrario se engaña a sí mismo y le falta el respeto a los mexicanos.
Ahí mismo, en Los Pinos, Trump aceptó que lo conveniente es revisar el TLC para evitar que los empleos se vayan a la región de Norteamérica, y me voy a permitir leer dos pequeños párrafos de su intervención en Los Pinos, casi al final de su intervención decía:
“El TLCAN es un acuerdo de 22 años que tiene que ser actualizado para reflejar la actualidad, hay muchas mejoras que se pueden hacer, que harían que tanto México como Estados Unidos sean más fuertes, y conserven la industria en nuestro hemisferio”.
Tenemos una tremenda competencia de China y de todo el mundo, tenemos que conservarlo en nuestro hemisferio.
Quien piense que el texto y los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte o que en el texto y en sus términos no existen oportunidades de mejora, es porque simplemente desconoce la evolución y desempeño del comercio internacional en las últimas dos décadas.
He escuchado también aquí que quienes han venido a calificar como fallida la visita de Donald Trump, es verdad, fue una visita fallida para él, coincido con ellos, basta ver los reportes de los medios de los Estados Unidos que han estado señalando de manera recurrente, como Donald Trump se vio incongruente entre lo que señalaba o lo que afirmaba en Estados Unidos antes de su visita México con el discurso que manejó en la reunión en Los Pinos.
Sobre la negativa de Hillary Clinton a venir a México, si Hillary no aceptó es porque la estrecha cercanía de Trump en las encuestas la hacen pensar dos veces sobre el riesgo que representa para ella y para su campaña, cometer algún error en México.
No hay que olvidar que ya lo cometió alguna vez en redes, al inicio de su campaña cuando intentó atraer al público de origen hispano con tuiters en español y fue severamente cuestionada, y ya ha cometido errores y estoy seguro que la estrecha cercanía en las encuestas la hacen pensar dos veces en no distraerse de los esfuerzos que tiene ahorita por allá.
Es muy simple, basta ver una editorial publicada el día de ayer en el New York Times por un connotado economista considerado como un demócrata o como que tiene un abierto apoyo al Partido Demócrata, que es Paul Krugman, que ayer señalaba en una columna en el New York Times su preocupación de cómo la campaña de Hillary Clinton cada vez se parece más a la de Al Gore que desencantó al final al pueblo de los Estados Unidos.
Se señaló aquí, también, que la decisión de invitar a Donald  Trump fue una estupidez, disiento totalmente de esa expresión, estupidez hubiera sido quedarse callado, cruzado de brazos y esperar a que el primer día, después de una posible elección de Donald Trump, tome la decisión de dar por terminado el Tratado de Libre Comercio.
Vamos a defender el país, es verdad. Eso es lo que hizo el Presidente Peña con esta decisión de sostener este diálogo.
Sabemos que es una decisión polémica, que ha sido una decisión controvertida, pero estamos seguros que el tiempo le dará la razón.
Es cuanto, señor Presidente.
(Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Gerardo Flores.
A continuación el Senador Zoé Robledo.
El Senador Zoé Robledo Aburto: A diferencia de quien me antecedió en la palabra, los integrantes del Partido de la Revolución Democrática estamos enojados con el Presidente Peña Nieto, no con Donald Trump. Trump es un loco, es un demente, eso todos lo sabemos y lo pueden venir a decir todos aquí.
Yo lo que esperaría, y recordando aquellas frases finales del discurso de Belisario Domínguez cuando decía: “Ojalá encontrara yo a un editor valiente y sin miedo”.
Ojalá hoy viniera un priísta a pararse a esta tribuna, hoy viniera una priístas a pararse a esta tribuna, a reconocer que el Presidente se equivocó, que éste es uno de los más profundos errores del cual aún no alcanzamos a ver las consecuencias que tendrá no solamente para la relación entre dos países, no solamente para la decisión de una elección, las consecuencias que tendrá en la forma como los mexicanos se sienten representados por su gobierno, en la forma como los mexicanos, que están enojados, se agravian ante la decisión unipersonal, porque eso fue, una decisión unipersonal que ofendió a la mayoría de este país.
Atrévanse y sean leales con México.
Sean leales incluso con su gobierno, porque si el error no se reconoce seguirá contribuyendo a tener peores consecuencias.
Si el error no se menciona, no se dice, no se reconoce hoy,  nos puede llevar a tomar otras malas decisiones.
Esa es la actitud más leal que podrían tener frente al país, no reconocer el error nos llevará a cometer otros errores.
No disculparse con los mexicanos va a incrementar el agravio que sienten hoy frente a su gobierno.
El que no se asume responsable es el gobierno.
Hoy hay que recordar las palabras que el titular de la hoy Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Comercio, Relaciones Exteriores, pronunció diciendo que había sido la decisión responsable, que había sido la decisión del estadista.
Y, entonces, por qué hoy tienen a todos en contra, enojado a su invitado Trump, enojada a la otra candidata, enojada a la Embajada, enojada a la Canciller, enojados a los mexicanos, y estoy seguro que muchos de ustedes también están enojados por el error, pero otra vez será el camino de decir: “el Presidente nunca se puede equivocar, el Presidente es un hombre casi perfecto que no puede cometer un solo error, porque en el reconocimiento de ese error conlleva algo de lo que todos hoy en día estamos hablando: la debilidad a menos de dos años que acaba esta administración, en la que este gobierno será cada vez más difícil que empiece a tomar otras decisiones.
La tentativa, compañeras y compañeros, es muy peligrosa, fue un error, reitero, un error unipersonal, una decisión de un solo hombre que provocó ira y que provocó vergüenza.
Error que se tomó con soberbia.
Error que se tomó sobreestimando las propias capacidades del señor Presidente.
Error que, además, revela una profunda falta de entendimiento con lo que están sintiendo los mexicanos.
Error que se fortaleció con esa cultura que tanto daño le ha hecho al país: la cultura del “sí señor”, la cultura de “la hora que usted diga señor”.
Error que se tomó desde la desesperación también.
Error que se tomó desde la debilidad de un mandatario rodeado de escándalos.
Error que se tomó peor aún desde la soledad.
Hoy que ustedes no le digan al Presidente Peña Nieto que se equivocó es un error que los hace cómplices del primer error.
Senadoras y Senadores: El mundo los observa y la patria espera que honren a la nación frente al mundo, no contribuyan a hacer más grande el error.
Es un error, reitero, que aún no revela sus costos, los costos que tendrán que ver con que nuestros paisanos tengan un escenario de hostilidad en los próximos dos meses electorales.
Error que va a llevar, del discurso del odio, quizá a acciones de odio; de error que va a llevar del discurso de la intolerancia, quizá a crímenes de intolerancia. ¿Quieren ser cómplices de eso?  Reconozcamos el error, es lo único que nos puede salvar en este momento de no seguir a la deriva, como nos está llevando este error, uno más de esta administración.
No insistan en que esto no tendrá consecuencias con la elección.  ¿O a poco de verdad creen que el hecho de que Hilary Clinton no venga a nuestro país, es solamente una estrategia política? No insulten a su propia inteligencia.
El mensaje que está mandando Hilary Clinton no es solamente el de una candidata, es el de un partido político por el que nuestros paisanos han optado de manera mayoritaria en todas las elecciones en el pasado. Es, incluso quizá, la decisión de un gobierno, el gobierno de los Estados Unidos que había intentado impulsar la reforma migratoria más ambiciosa de la que se tenga historia, que pretendía incorporan a los Dreamers, a los nuestros, a los más talentosos, a la legalización de sus actividades en aquél país. ¿O de verdad creen que es sólo un cálculo político? No todos piensan como ustedes. Hilary no está pensando en cálculos políticos.
¿De verdad no ven la relación que existe entre la reunión y el crecimiento electoral que ha tenido Trump en los últimos días? ¿De verdad creen que si Trump llega a ser Presidente y en el año 2020 para reelegirse tiene que cancelar el TLC, y como lo acaban de decir, puede cancelar el TLC?, ¿se va a tocar el corazón porque fueron por él al aeropuerto? ¿Porque le ofrecieron galletas y café en Los Pinos? ¿Porque se pusieron de tapete y le hicieron un mitin en la casa, en la Residencia Oficial de todos los mexicanos? ¿De verdad creen que él piensa así? ¿Creen que piensa que todo lo que vino a decir no lo puede decir después en sentido contrario? Nos metieron en un grave lío. El asunto es ver cómo salimos de ahí, y el primer paso para salir de ahí es reconocer que fue un error.
Lo que estamos discutiendo no es si Trump es un patán, un demente, un loco o un mentiroso. Lo que estamos discutiendo es cómo pasamos a la historia después de este hecho tan lamentable.
Los políticos cometen errores, es algo  muy normal, lo inaceptable es que no se acepten, y en esa no aceptación se lleven a toda la nación entre las patas.
Ha pasado antes en el mundo,  Galtieri no creía que era un error invadir Las Malvinas. Nixon no creía que era un error esconder sus grabaciones y ahí está Watergate.
Cameron, acaba de ocurrir, no pensaba que llamara a referéndum o a plebiscito el Brexit era un error. Los políticos se equivocan. Lo que no se vale es que esa equivocación le cueste tan cara al país.
Por eso compañeras y compañeros, no intenten salvar el pellejo, no intenten salvar a su partido, porque eso es lo que creen que tienen que hacer, salven la honra del país, salven nuestra dignidad, la dignidad que tuvo Cárdenas cuando desafío a Franco y aceptó en este país que la república española era legítima.
La dignidad que estuvo con Narciso Bassols el día que desafió a Mussolini y reconoció que era un error y era un crimen invadir Etiopia.
La dignidad que ha tenido esta diplomacia mexicana tan lastimada el día de hoy, cuando votó en contra de la salida de Cuba de la OEA.
Hemos tenido altas horas diplomáticas, ésta es una de ellas. De lo que ocurre en este Senado y la posición que tengamos dependerá nuestro  paso a la historia.
Recapaciten compañeros.
Muchas gracias.

 (Aplausos)

El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Zoé Robledo.
Senadora Mariana Gómez del Campo, tiene el uso de la palabra.
La Senadora Mariana  Gómez del  Campo Gurza: Con su permiso, señor Presidente.
Primero quisiera hacer una reflexión, porque nos preocupa que si los priístas no ven la diferencia entre McCain y Trump, pues estamos fritos.
El Senador McCain vino a México en el año 2008. Pero al PRI  se le olvida que jamás ofendió al pueblo de México. También al PRI se le olvida que no fue recibido como jefe de Estado con bombo y platillo.
Al PRI se le olvida que no hubo una conferencia de prensa conjunta.
Al PRI se le olvida que no se puso a disposición el aparato del Estado.
Al PRI  se le olvida que no hubo agravio alguno a los migrantes.
Al PRI se le olvida que no nos dijo criminales, ni nos dijo asesinos. Hay que tener memoria.
McCain en su momento hablaba de una reforma migratoria  flexible y comprensible. El debate no fue un muro.
McCain solicitó la reunión, no era candidato oficial, era candidato virtual, incluso, lo acompañó en su momento el embajador de los Estados Unidos, estuvo ahí con él.
Las cortesías diplomáticas, las básicas, hasta visitó la Basílica de Guadalupe.
¿Se puede comparar una visita con otra?
De verdad, compañeros, es increíble cuando la clase política no acepta que se equivocó, y es más increíble ver algunos actores del Senado de la República que no están haciendo la tarea.
Hacer la tarea significa cuestionar lo que está bien y cuestionar lo que está mal, y aplaudir también las cosas positivas, por qué no.
La invitación y recepción hecha por el Presidente Peña Nieto a Donald Trump, es un error histórico. Lo han señalado ya algunos intelectuales, es una traición al pueblo de México y una estupidez tremenda, estupidez entendida como la capacidad para causar daño a otros provocándoselo simultáneamente así mismo.
¿Qué nadie le dice nada al Presidente?
¿Quién asesora al Presidente de México? Eso es lo que debemos aquí debatir, y por eso el extrañamiento que estamos buscando desde Acción Nacional hacerle directamente a la figura presidencial. No podemos guardar silencio.
Fue un brutal despropósito en un momento sumamente crítico, en el que Trump se encontraba por debajo de Hillary Clinton en las encuestas sobre las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
Hoy, esas mismas encuestas confirman que la visita fue una bocanada de aire, una oportunidad, que bajo ninguna circunstancia debía haber ocurrido.
Hoy, Trump ha repuntado en las preferencias electorales.
¿Cómo entender que se abrieran las puertas del país a un personaje que nos ha denigrado?
¿Cómo puede ser posible que se le haya recibido como Jefe de Estado a un simple candidato, alterando la operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que no recibe vuelos privados, disponiendo el uso de un helicóptero presidencial, recibiéndolo en la residencia oficial de Los Pinos, y organizando una conferencia de prensa para darle gusto a Trump con una fotografía que consagra su triunfo?
¿Cómo puede ser que el Presidente de México, que debería de ser el primer preocupado por defender nuestros intereses, sea el principal artífice del mayor acto de vejación a los mexicanos en décadas?
Ningún otro Jefe de Estado en el mundo le ha brindado un espacio de tal magnitud a Trump, y probablemente nadie lo haga en sus cinco sentidos.
El Presidente Peña Nieto desaprovechó la oportunidad de ser contundente y dejarle claro al señor Trump: “Que a los mexicanos se nos respeta, y que de no hacerlo, no sería bienvenido a nuestro país”.
Debía haberle exigido una disculpa pública, cosa que no ocurrió, porque nos llamó violadores, nos llamó criminales.
Debió dejar en claro también, con datos duros, que nuestros lazos comerciales han sido benéficos para ambos países, por lo que no debemos dar un paso atrás. Lo que tenemos que hacer es fortalecer y modernizar el Tratado de Libre Comercio.
Recordarle que ya existe el muro, el cual no ha sido la solución, aclarándole que su propuesta fue un error. A todos nos hubiese encantado que las cosas se hubiesen dado de otra manera.
Trump cumplió su misión, se tomó la foto, no cambió en absoluto sus posturas, consolidó su imagen. El saldo de la visita fue una vergüenza para los mexicanos, y tristemente se debilita la investidura presidencial.
La invitación a Trump, profundiza la crisis que se vive en este gobierno, un gobierno cada vez más alejado de la realidad y cada vez más alejado de la población.
Nos ha dejado en ridículo frente al mundo entero, y lo peor es que ante todo ello ha habido una renuencia absoluta a escuchar las críticas y actuar en consecuencia.
Y  con esto concluyo: Como Senado de la República debemos hacer valer el peso que tenemos, la facultad exclusiva sobre el análisis de la política exterior.
Debemos tomar definiciones contundentes, no importa si se es el partido en el gobierno. Si hubo un error de esta magnitud, el gobierno debe aceptar el error de  esta magnitud y no tratar de buscar cómo tapar el sol con un dedo y venir aquí  a esta máxima tribuna con argumentos baratos, con argumentos desinformados.
Y comprendemos, es muy complicado defender lo indefendible.
Es cuanto, Presidente.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.
Senadora Graciela Ortiz González, tiene el uso de la palabra.
La Senadora Graciela Ortiz González (PRI): Muchas gracias, señor Presidente.
Compañeras y compañeros Senadores: Me parece que estamos el día de hoy en una discusión, en un debate de lo más importante para la República, por supuesto, pero sobre todo, para los mexicanos.
Los mexicanos estamos indignados, estamos agraviados, estamos ofendidos, no hoy, lo hemos estado durante todos estos meses por las expresiones xenófobas, racistas, intolerantes, profundamente intolerantes que ha vertido en el marco de la elección presidencial Donald Trump en Estados Unidos.
Nos duele y nos lastima la alevosía con la que ha hecho expresiones en contra de un pueblo que no ha acreditado a lo largo de su historia, que ser un pueblo de trabajo, que ser un pueblo de  esfuerzo, que es un pueblo de principios, y que en Estados Unidos ha dado fe una y otra vez a través de las historias de millones de compatriotas que allá viven, de su deseo de progresar, de prosperar, de crecer a partir de su esfuerzo, a partir de su aportación.
Estados Unidos no sería Estados Unidos si no tuviese la fortaleza y la riqueza que le han aportado millones  de seres humanos mexicanos, fundamentalmente que han emigrado a ese país buscando mejores condiciones de vida.
Y podríamos pensar, como aquí se ha dicho, que no hay que hablar de Donald Trump, porque Trump no es el problema. Y yo creo que están profundamente equivocados, porque hay que revisar la historia.
Donald Trump no es un loco que de pronto  empezó a verter  en un proceso electoral conceptos como los que hemos escuchado.
Donald Trump es el eco, el reflejo de una sociedad anglosajona, que piénsala, que vive y siente lo que él expresa en todas y cada una de las manifestaciones de su vida.
Leamos a ese asesor principal de la CIA, que ustedes deben de conocer, no muy bien, porque creo que aquí en el Senado estamos obligados a conocer la historia de los pueblos para poder trabajar compartiendo y acompañando al Ejecutivo  en materia de relaciones exteriores.
Leamos a Samuel Huntington. A ese politólogo y profesor de ciencias políticas, que es, entre otras cosas, director  de un área importante en la Universidad de Harvard. (Caray Samuel Huntington, murió el  24 de diciembre de 2008
Recordemos la tercera ola, recordemos ese nuevo  orden mundial que avizoró, cómo Estados Unidos veía el futuro a partir de sí mismos, y cómo en ese libro expresó  la necesidad de fortalecer, de acrecentar esa  que ellos llamaron, esa identidad estadounidense.
El llamado WASP, White Anglo-Saxon  Protestant, blancos anglosajones y protestantes,  y nada que obtuviese alejado de ese círculo podría entonces tener las condiciones que buscan para ellos.
Aquí se ha venido a decir que Trump es un insulto. Sí lo es, por supuesto que lo es, pero si nos quedamos en la visión corta, si el enemigo o el adversario lo vemos en una persona nos estaremos equivocando. Esa es la historia de Estados Unidos, y esa es la historia de México, y la hemos  enfrentado, afrontado y resistido  a todo lo largo de nuestra historia  como nación.
No es nuevo, Trump no hace más que hacerse eco de lo que piensan los de su clase.
Trump está utilizando esos  planteamientos y esos posicionamientos  de la cultura WASP como estrategia de campaña solamente, y con ello, desde luego pretende sojuzgarnos, debilitarnos  y arrodillarnos.
Y eso es lo que debemos de reflexionar.
El proceso electoral en Estados Unidos obviamente no ha concluido,  pero ciertamente Trump puede ser Presidente de la República, de esa República, como lo puede ser la señora Clinton.
¿Es uno mejor que el otro para México, o es México el que tiene que fortalecerse a partir de estrategias y principios nacionales para poder atender lo que es un reto, el reto que hemos tenido toda la vida?
El tema de la posible construcción, si me permite el Senador Barbosa concluyo. El tema de la posible construcción de un muro fronterizo es también una propuesta de campaña del candidato republicano, no es un tema de la agenda bilateral de Estados Unidos, y permítanme dejar ese espacio para un poco más adelante porque vale la pena, como aquí se dijo, que tengamos memoria.
Nuestra agenda bilateral, sin duda alguna, es muchísimo más amplia que eso, es económica, es cultural, es educativa, es política, y esa agenda bilateral tiene que ver con el desarrollo de nuestro país, con el crecimiento de nuestro país, con la posibilidad de que México realmente le dé condiciones a los connacionales para que no tengan que estar saliendo al extranjero.
No olvidemos aquí, aquí en el Senado de la República, no olvidemos cuándos connacionales estuvieron, en fechas muy recientes, saliendo de nuestro país porque aquí no encontraban las oportunidades, que no se nos olvide y que no se nos olvide en qué administraciones eso sucedió.
Entendemos cabalmente, lo asimilamos y lo vivimos lo que es la indignación del pueblo mexicano por los insultos de Trump, lo tenemos en la piel quienes vivimos. Quienes compartimos toda nuestra vida en una lucha política buscando mejores condiciones sabemos lo que piensa la gente porque nosotros somos la gente, porque nosotros somos ese pueblo que se siente agraviado y ofendido.
Somos políticos los que estamos aquí, y sabemos perfectamente bien que el sentimiento debe de animar los principios que nos llevan a hacer política, pero también somos políticos que entendemos que hay momentos en los que debe prevalecer una visión de Estado sobre la visión enteramente personal.
Entendemos el malestar que ha generado este encuentro, lo compartimos, compartimos el malestar de que exista una figura como Trump, como ha habido otros más en la historia de ese país que vienen y lastiman y buscan humillar a los mexicanos. Eso no está a discusión.
Lo que está a discusión es cómo debe de actuar un país y el Jefe del Ejecutivo de un país. Y yo creo que el Presidente de la República, hoy, ayer, mañana y siempre, debe actuar como un Jefe de Estado, como un hombre de gobierno, como un hombre que se sitúe por encima de la circunstancia y vea hacia el futuro.
Este no fue un encuentro social, desde luego que no fue un encuentro social y ciertamente no fue fácil, no lo será en los tiempos que siguen y, desde luego, que nos obliga a todos a hacer una reflexión muchísimo más profunda que la circunstancia y el momento que estamos viviendo.
Entendamos que el Estado mexicano, el Estado mexicano no puede adoptar, ni hoy, ni nunca, una postura intransigente y emocional, mucho menos ante personajes de este tipo, mucho menos ante personajes de ese tamaño.
Permítame, señor Presidente, fue usted muy tolerante con los demás. Concluyo muy rápido.
Desde todas las tribunas en el PRI hemos rechazado los planteamientos, las propuestas de Trump que amenazan los intereses de México, y desde aquí le decimos que México no es su patio trasero para que pueda venir a pensar o a pretender que puede plantar un muro y que nosotros lo vamos a pagar. No sé a qué se refiere cuando piensa que puede intervenir en otro país.
Pero nos guste o no ese es el candidato que los republicanos nombraron; nos guste o no serán los norteamericanos los que decidan quién preside esa nación. Hoy es un candidato con el que hay que dialogar, como se podría y se buscó hacer con la señora Clinton.
No nos toca a los mexicanos calificar a quién deciden los estadounidenses, quién los va a presidir.
A mí me parece, compañeras y compañeros, que como mexicanos estamos llamados en este justo momento a mostrar unidad, sobre todo unidad frente a quienes buscan desprestigiar a nuestro país.
¿Esta desunión nos ayuda verdaderamente?, ¿le aporta algo a los mexicanos?, ¿este linchamiento que se pretende hacer aquí, de verdad apoya, aporta?
Aquí se habló de memoria, y yo quisiera recordarlo, porque la desmemoria, señoras y señores, no sólo nos hace incurrir en incongruencias. También nos puede hacer casi rayar en el cinismo y yo creo que ese no es el sentido de este Senado.
No es la primera vez.
No es la primera vez que un Presidente de México invita a dialogar a candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos.
No, no es la primera vez.
En julio de 2008, Felipe Calderón recibió al precandidato Republicano, John McCain. Lástima que no se dijo aquí, pero recordémoslo para que la desmemoria no haga estragos en nosotros.
John McCain, igual que Donald Trump, candidato republicano, también propuso la construcción de un muro fronterizo.
En septiembre de 2008, Calderón, incluso declaró que McCain conocía mejor a México que Barack Obama, por aquello que se dijo de la no intervención.
¿Qué podemos decir de ese excelso presidente panista, Vicente Fox?
Ese comes y te vas insultante que le profirió a un Jefe de Estado cubano.
¿Por qué tuvimos tan malas relaciones con Venezuela, con Cuba, con Argentina?
¿Por qué perdió México el lugar que tenía en la diplomacia mexicana?
Efectivamente, que no se nos olvide. Al PRI no se le olvida.
El PRD qué le podemos decir, nos propone un discurso de odio, que  nada contribuye a proteger a los mexicanos, por el contrario, lo que hacemos es radicalizar las posiciones contra México.
Veamos qué está pasando en el mundo.
Veamos cómo están reaccionando las sociedades contra aquellas sociedades que lograron radicalizar las posiciones en Europa y en Estados Unidos.
Eso es lo que queremos para nuestros hermanos, nuestros parientes, nuestros connacionales que están en Estados Unidos.
Queremos engendrar contra ellos otra ola más de odio.
¿Así resolvemos el problema?
Yo me quedo para concluir, señor Presidente con la reflexión de un gran político, un político que en el momento más álgido de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, nos dijo: “Sí comenzamos una discusión entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro”.
Y aquí yo quisiera invitarlos a que pensemos en el futuro, a que veamos hacia adelante.
Aquí, aquí en esta tribuna, los priístas hemos sido insultados una y otra vez por las diferentes fuerzas políticas que están integradas en esta Senado en estos años.
Y aun así, aun así buscamos privilegiar el diálogo.
Aquí, aquí se nos dijo: hasta traidores a la Patria.
Para mí, para todos los que militamos en este partido, es el mayor agravio que se nos pueda inferir para quienes hemos dedicado nuestra vida al servicio público, para quienes creemos que dentro de los principios republicanos que nos animan debe estar siempre la razón de nuestra existencia.
Y aun así, seguimos privilegiando el diálogo, y porque lo privilegiamos, el gobierno en su conjunto, hablando de su integración orgánica tiene una inmensa mayoría de personas que proceden del PAN y que siguen en el gobierno, y porque lo privilegiamos, logramos sacar adelante las reformas que tanto le importaban al país.
Eso es ver hacia adelante.
Eso es ver hacia el futuro.
Eso es pensar en México.
Eso es pensar en el México que queremos.
Lo demás, lo demás es buscar a anticipar.
Lo que todavía no llega en 2018, todavía señoras y señores, Senadores, todavía no está aquí.
Por su atención, muchas gracias.

 (Aplausos)

El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Graciela Ortiz González.
Antes de dar cumplimiento al resolutivo tercero del acuerdo del debate pactado que fue votado en esta Asamblea, me han pedido para hechos los siguientes Senadores, inmediatamente después consultaré a la Asamblea.
Si la Asamblea lo autoriza, seguiremos con el listado.
Tengo registrados al Senador Víctor Hermosillo, al Senador Luis Humberto Fernández, a la Senadora Pilar Ortega, al Senador Fidel Demédicis, al Senador Marco Antonio Blásquez  y al Senador José Olvera, hasta por cinco minutos.
Senadora Angélica Peña está registrada y consultaremos de inmediato a la Asamblea.
Les pido su comprensión.
Senador Víctor Hermosillo.
El Senador Víctor Hermosillo y Celada: Con el permiso de la directiva.
Yo creo que Trump es un político en campaña y la mayoría de los políticos en  campaña somos muy demagogos.
Lo que queremos es saber cómo congraciamos votos; en muchas ocasiones haciendo propuestas imposibles; yo pienso que Trump es un gran demagogo, y pienso que no va a ganar, no va a ganar.
Lo que quiero yo, es ver hacia el frente, como dijo aquí, y hacia el frente hay varias cosas que se pueden hacer.
En primer lugar hay que revisar nuestra política exterior, ya hace tiempo que hay síntomas que hay que hacerlo, este es el momento, en las crisis.
Para eso, precisamente tenemos que estudiar bien las cosas, sobre todo nuestra relación con Estados Unidos.
Señores, la mayoría de los que están en Estados Unidos, ya no son nuestros compatriotas, son ciudadanos americanos, escogieron ya irse a otro país, porque desgraciadamente en el nuestro no encontraron las oportunidades, que no les dimos nosotros como gobierno, como sociedad.
Ahora, en la política exterior lo que tenemos que hacer es que esos ciudadanos americanos, que fueron  nuestros compatriotas, pues voten, y voten precisamente contra este demagogo, que los ha insultado, que los ha puesto en un lugar que no merecen.
La mayoría de nuestros compatriotas, que ya son ciudadanos americanos, no votan; ojalá con esto despierten, y voten contra esta persona, eso es muy importante, y  habría que ver la manera de cómo nosotros influir a que lo hagan, pues hay muchas manera de hacerlo, ni siquiera las voy a comentar.
Por otro lado, qué bueno, qué bueno que ahora ya despertamos sobre el Tratado de Libre Comercio, y yo aquí he oído varias veces situaciones en contra del Tratado de Libre Comercio.
Señores del Tratado de Libre Comercio es  muy importante para nuestro país, pero también es muy importante para Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio es una situación que le ha hecho bien a ellos, y nos ha hecho bien a nosotros.
Si ustedes no lo creen, pues vayan al Bajío, vayan a la frontera y verán cómo se ve que se está creando nuevo trabajo, y, ¿saben una cosa?, la pobreza sólo se combate eficientemente con trabajo, no con dádivas y con regalos.
Nuestro país tiene que ver la manera de cómo provocar más trabajo, y eso es una situación que tenemos, muy importante con el Tratado de Libre Comercio, y con buscar una integración más de nuestros productos, precisamente a las cosas que se exportan.
Pero, por otro lado, también hay que ver al Senado, porque el Senado ha estado dormido en la situación internacional, entonces, nosotros tenemos un papel muy importante que hacer, como Senado en la política internacional, es parte de nuestras obligaciones, por eso el Partido Acción Nacional le ha pedido, nuestro grupo parlamentario al señor Presidente que venga y dialogue con nosotros; si fue a dialogar con el comentarista Marín, yo no creo que tenga ningún inconveniente de venir a dialogar con los Senadores del PAN.
Por otro lado, queremos saber pues qué pasó realmente  en esa visita, porque hay demasiadas versiones, unos dicen una cosa, otros dicen otra.
Entonces nosotros lo que queremos es saber realmente qué pasó en esa situación.
Por otro  lado, yo pienso que, también le vamos a decir, en un punto de acuerdo de que es prudente que el Ejecutivo pues tome en cuenta, precisamente a lo que piensa la Secretaría de Relaciones, porque para eso está la Secretaría de Relaciones Exteriores para orientar al Ejecutivo, en qué se debe hacer en estas circunstancias.
Otra cosa es, queremos también nosotros, en este punto de acuerdo, pues saber el programa de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre esta situación que pasó, yo ya he visto que están poniendo una serie de comentarios, etcétera, en la prensa, precisamente tratando de enmendar esto. Situaciones que hace mucho tiempo deberíamos de hacerlas, pero nuestra política sobre Estados Unidos se ha vuelto monotemática, nada más defender, muchas veces absurdamente situaciones de los mexicanos en Estados Unidos, que ya ni siquiera son mexicanos, les digo, son norteamericanos.
Nosotros debemos de pensar en los cinco millones de ilegales que están en Estados Unidos, cómo les podemos ayudar, los otros que ya están ya, siendo norteamericanos, ellos ya tienen sus derechos y pueden defenderse.
Y, por último, y esto es muy importante, que el Senado, en este punto de acuerdo, el Senado de la República le pide al Ejecutivo un consejo de política exterior y que estén integrado por representantes del Ejecutivo, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Senado de la República; nosotros tenemos que ver la manera de que el Senado de la República tenga injerencia en la política exterior, es parte de nuestras obligaciones.
Yo pienso que estos problemas que tenemos, ya no voy a hablar de qué pasó, ya se habló demasiado, demasiadas situaciones, pero yo les digo que esto es lo que debemos de ver hacia el frente, ver la manera de sacar de estos problemas, situaciones que nos ayuden.
Muchas gracias.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Hermosillo, muchas gracias por respetar el tiempo.
Senador Luis Humberto Fernández.
El Senador Luis Humberto Fernández Fuentes: Buenas tardes. Con su venia su señoría.

Me atrevo a pedir la palabra para hechos porque hay algunas opiniones que creo que requieren precisión y aclaración.
Se ha hablado de visión de Estado, se ha hablado de diálogo, del significado que tiene debatir esto, pero al final del día el tema es que estamos hablando de un error, un error grave y costoso, y nuestra opinión no está basada en la emoción, sí, todos creo que compartimos la molestia, como todos los mexicanos, pero también en la razón, permítanme argumentarlo de manera muy rápida, tres cosas y una pequeña fábula.
La primera es que fue una muy mala idea de origen.
Qué hace pensar que entrometerse en un proceso interno de una nación soberana era algo pertinente.
Se ha hablado de los principios, les recuerdo, que los principios de política exterior de México es reconocer Estados, no gobierno, ya se flexibilizó y ahora reconocemos gobiernos, pero ahora también el Presidente atiende candidatos como interlocutores válidos.
Ahora qué bueno, y se me hizo muy pertinente recordar a Churchill, porque cuando Churchill vivió una situación muy parecida porque en un acto de ingenuidad y torpeza Chamberlain fue a buscar a Hitler en una negociación muy parecida a buscar el diálogo, frente a los gritos de Churchill de decir: “te van a engañar, no tiene sentido ir a ese diálogo”. Chamberlain no hizo caso, fue, firmó un tratado de paz y al mes los tanques alemanes estaban entrando a Polonia, así vinieron a dialogar para después irse a presentar una plataforma en Arizona.
¿Por qué era mala idea? Pues qué suponían, que la población les iba a aplaudir, que Trump iba a cambiar de opinión cuando los pensadores más importantes del mundo le han planteado argumentos.
¿Cuál era el escenario?
¿Cómo iban a salir airosos?
Kissinger escribió que la diplomacia se basa en dos cosas: en la fuerza y en la autoridad moral. Aquí hubo sólo vulnerabilidad y perdimos autoridad, era una idea absurda de principio a fin.
Segunda cosa, la operación, una operación desaseada.
Se ha dicho que el Presidente fue valiente, pues no lo vimos, no en actitud y no en contenido.
Se le dio al señor Trump un trato y una atención no digna de alguien que agravia y ofrende a México, una conferencia de prensa tibia, sin carácter, sin claridad, únicamente el escenario para un apretón de manos que fue el símbolo de una humillación, si no, vean el video.
Se atribuyó la falta de claridad al desorden, perdónenme, pero el Estado Mayor no se le puede decir que organiza eventos desordenados, el desorden estuvo en la falta de claridad de ideas.
Nunca se dijo lo que era importante, una posición de un México como nación digna y soberana, ya no hablemos de lo de pagar el muro ni nada más.
El resultado es atroz, el saldo es alto y malo, con altos costos para México, una comedia de enredos de que yo dije y no dije, que al fin y al cabo el Presidente se acabó enredando.
Los medios internacionales, prácticamente todos, señalaron que hubo un ganador, tristemente fue Trump.
Después de la reunión Trump salió sólo para refrendar con más vehemencia y fuerza sus dichos, incentivados seguramente por la debilidad que vio en la reunión.
Y al final del día Trump no cambió de opinión.
Se dijo que era para tranquilizar a los mercados, nadie podría creer eso.
Se ofendió a los que no ven tan mal a México y desmotivó a los activistas, generó una crisis diplomática al ignorar los canales adecuados, se agravió a los mexicanos y se prestó al ridículo internacional.
Compañeras y compañeros: No hay prestigio en la insensatez, Peña le fue funcional a Trump, no a México.
Y el mundo no lo perdonará.
¿Qué se adelanta defendiendo lo indefendible, lo absurdo?
No sería mejor reconocer el error y a partir de ahí construir una ruta.
Y por último, para no abusar de su tiempo, permítanme concluir con una fábula.
Un día, en los predios del rancho de la hormiga, caminaban la soberbia, la mercadotecnia y la insensatez, y decidieron que era buena idea disfrazarse de estadista, hicieron todos sus esfuerzos, se maquillaron, llamaron a un invitado, quisieron vestirse de estadistas.
¿Pero qué creen? Nadie reconoció en ellos el estadista.
La moraleja es: cuando quieran disfrazar a la soberbia, a la mercadotecnia y a la insensatez de estadistas no lo hagan, sólo lograrán el ridículo y un gran daño.
Este Senado debe tener una respuesta institucional, clara, contundente y trascendente, y sí, coincidimos, pedimos la unidad, pero la unidad en la dignidad nacional.
Es cuanto.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Luis Humberto Fernández Fuentes.
Senadora Pilar Ortega, hasta por cinco minutos.
La Senadora María del Pilar Ortega Martínez (PAN): Señoras y señores legisladores.
Como integrante y Secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte, de este Senado de la República, no puedo dejar de expresar mi indignación por los acontecimientos ocurridos la semana pasada, en donde sin mediar explicación alguna, el Presidente de la República invita al candidato al gobierno de los Estados Unidos, Donald Trump, quien frecuentemente, recurrentemente ha basado su campaña en los insultos, en las denostaciones, en las humillaciones al pueblo mexicano.
Y por ello no podemos dejar pasar la oportunidad para expresar lo grave que resulta para nuestro país este agravio.
Exactamente hace una semana nuestro país se enteró a través de las redes sociales, de la posibilidad de esta invitación, y para sorpresa de todos, el gobierno mexicano, en días anteriores no había informado absolutamente nada, y mucho menos dado a conocer o a entender que en algún futuro existiría esta posibilidad.
No fue sino hasta minutos después del sorpresivo anuncio, que la Presidencia lo confirmaba a través de su cuenta de Twitter. En cuestión de minutos los mexicanos pasamos de la sorpresa, del asombro, a la indignación.
Como ya lo han señalado muchos de los compañeros que me antecedieron en la palabra, se ha tratado de justificar de muchas maneras este acontecimiento, esta invitación. Sin embargo de ninguna manera, en ninguna forma resulta justificable.  Y esto no solamente deja entrever la enorme incapacidad de quien encabeza el Gobierno Federal para ver la coyuntura que se vive en el proceso electoral del país vecino.
Lo que más agrede, lo que más ofende es el personaje al que se invita a México, en una reunión que parecería de Jefes de Estado, y que este personaje a través de demagogia, de xenofobia y de una serie de actitudes radicales, pero sobre todo ofensivas a nuestro país, ha venido fincando su campaña.
A quien a lo largo de todo un año ha manifestado y asegurado en innumerables ocasiones, que los mexicanos son criminales y violadores. Ante las promesas de deportación de 16 millones de indocumentados, ante la recurrente fanfarronería con que se refiere a México, asegurando la construcción de un muro. Y ante esto, la posición de nuestro gobierno no es la que debió haber sido a favor de rechazar cualquiera de estas manifestaciones, sino que por el contrario, invita a este personaje a la casa del Poder Ejecutivo, previa invitación.
Pero además de todo ello, es importante destacar que bajo las condiciones que el propio invitado puso para llegar a esta reunión, a esta invitación, es decir, una visita en un formato a modo del propio invitado con una reunión privada y posteriormente una conferencia de prensa.
No se previeron las consecuencias, o tal vez sí se previeron,  lo que resultaría todavía más grave.  Y horas después supimos también que en Arizona, después de esta visita, después de estas afirmaciones, el candidato republicano en Estados Unidos ofreció un discurso en donde quedaron claros los resultados de esta visita, porque la posición no cambió en nada, siguió siendo humillante, incendiario, siguió siendo ofensivo hacia los mexicanos, afirmó de nuevo que deportará a todos los indocumentados que crucen en su camino, obstaculizará de  cualquier reforma migratoria y construirá un muro fronterizo con dinero mexicano.
Ante esta burla no hay defensa posible para el Presidente ni su equipo. Y por ello, nosotros en Acción Nacional estamos poniendo en la mesa varios puntos entre los que destacan un fuerte extrañamiento al titular del Poder Ejecutivo por estas acciones que han puesto en evidencia la incapacidad de articular una política en materia  internacional, pero también el exigir una disculpa pública a todos los mexicanos por estas acciones.
México y su Presidente han dejado en tela de juicio la capacidad para articular una política exterior eficaz, pero sobre todo, y lo que más ofende es que permite que en territorio nacional y en la sede del Poder Ejecutivo, quien conforme al artículo constitucional tiene la obligación de ejercer la política exterior bajo principios de igualdad jurídica de las partes de auto determinación de los pueblos y de  respeto, ha faltado a todos estos principios. Y no hay ninguna acción que marque un precedente similar en la historia de nuestro país.
Es por ello que exigimos que estas, que por lo menos estas dos acciones se lleven a cabo y se implementen desde el Senado de la República.
Es cuanto, Presidente.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Pilar Ortega Martínez.
Senador Fidel Demédicis.
El Senador Fidel Demédicis Hidalgo PRD): Entiendo su irritación, compañero Senador Mayans. El pueblo de México está irritado, está encabritado por las actitudes, no de Donald Trump, sino por las actitudes del Presidente de este país.
Hemos escuchado con atención los planteamientos que han hecho aquí los que han venido a defender la posición del ciudadano Presidente de la República.
Una de nuestras compañeras decía: “Hay que recordar la historia”.
Y yo coincido: “Hay que recordar la historia”.
Quiero que me digan aquí ¿Qué Presidente de Estados Unidos ha demostrado en la práctica ser amigo de México?
Ellos han sido contundentes en sus planteamientos. Estados Unidos no tiene amigos, solamente tiene intereses.
Este Donald Trump ha sido sincero y les gusta su sinceridad.
Él ya dijo: “Si yo llego a la Presidencia de la República, los voy a tratar sin apariencias, porque no se merecen que los trate con apariencias a un país en donde sus gobernantes no han sabido estar a la altura de la dignidad que tiene su pueblo”.
Mientras el pueblo es digno, el gobernante es servil.
Entonces ¿Cómo voy a tratar bien a un pueblo, en donde los que los representan agachan la cabeza frente al gobierno de Estados Unidos?
Hay que recordar la historia, la Doctrina Monroe. América, para los americanos.
Pero era muy claro, no estábamos hablando de compartir, no estaban hablando los gringos de tener con nosotros un intercambio en donde de iguales a iguales fuéramos tratados y América prosperara de manera igualitaria, no estaban hablando de eso, estaban hablando de que los recursos de América iban a servir para engrandecer a Estados Unidos, de eso estaban hablando.
La historia de México con Estados Unidos ha sido una historia de apariencias, compañeros y compañeras.
Algunos, frente a las cámaras, nos hablan bonito, pero en la práctica nos saquean todo lo que pueden. Se llevan todo lo de nosotros, con la complacencia del gobierno respectivo, no sólo del actual.
Revisemos la actitud de Calderón.
Revisemos la actitud de Fox.
Revisemos la actitud de Zedillo.
Revisemos la actitud de Salinas.
Revisemos la actitud del que quieran, y uno solo no ha sabido estar a la altura de la dignidad de este pueblo, que efectivamente es un pueblo trabajador.
Por eso este país no se ha caído, por eso, porque tenemos un pueblo trabajador. Y lo que gobernamos no hemos sabido estar a la altura de nuestro pueblo.
Ha planteado aquí que los mexicanos estamos indignados, y cómo no vamos a estar indignados si nos trató de violadores y de delincuentes; nos ha dicho que somos estafadores del gobierno de Estados  Unidos y que por eso no pueden ser nuestros amigos, porque los estamos ahogando económicamente.
Y ha dicho Donald Trump: “No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable que deje de estafar a Estados Unidos”.
Y cómo no vamos a estar indignados, parece que el único que no se indigna es el que lo invitó a que viniera a México, desde la primera declaración en contra del pueblo de México, el Gobierno de la República debió de haber mandado sendas cartas, pidiéndole, exigiéndole a esa hombre que se disculpara, pidiéndole que le pidiera perdón al pueblo de México por las descalificaciones que nos estaba haciendo objeto.
Eso se llama intromisión.
Eso se llama negar lo que dice el Benemérito de las Américas: “Entre los Individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Y él no nos ha respetado, y no ha habido una actitud, no ha habido una actitud digna de este gobierno para señalarle a Trump que nos merecemos respeto.
Lo que ha habido es una actitud de complacencia para que venga a México, dicen algunos compañeros, a establecer un diálogo fraterno, a ver si lo convencemos de que ya no nos diga que somos violadores, de que ya no nos diga que somos asesinos, de que ya no nos diga que somos estafadores, lo va a seguir diciendo, lo va a seguir diciendo, porque sabe que el que tiene el sartén por el mango es él, no lo tiene  Peña Nieto.
Compañeras y compañeros: Es importante que el Senado de la República es importante como lo están haciendo algunos de sus Senadores de manera digna frente a una agresión cobarde que nos está haciendo el extranjero,  de un país que históricamente ha violentado nuestros derechos humanos, de nuestros connacionales y que históricamente  han sido vividores de México.
Por su atención, muchas gracias.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Demédicis.
El uso de la palabra para el Senador Marco Antonio Blásquez.
El Senador Marco Antonio Blásquez Salinas: Muchas gracias Presidente. Lo felicito por su encargo.
Soy de la idea de que tenemos que ponerle hielo al tema, tenemos que analizarlo de manera mesurada, de manera correcta, porque si estamos aquí en una especie de porra, linchando a un sujeto que está  totalmente fuera de nuestro alcance, pero que gana cada vez, gana renta electoral  cada vez que nos hace enojar y estamos condenándolo y lo estamos vituperando, pues estamos cometiendo exactamente el mismo error que es el origen del análisis  que estamos llevando a cabo.
Lo primero que quiero comentar es que nuestra facultad y atribución como Senado es el análisis de la política exterior que el Poder  Ejecutivo Federal realiza, nos corresponde el análisis de esa política.
Entonces analizamos de una manera  fría, de una manera respetuosa, porque Senado de la República somos.
Lo que yo observo en este desafortunado evento para el país es que la organización de la logística de este evento, el Poder Ejecutivo Federal no se aseguró de que las dos confirmaciones llegaran.
Esto es cuando uno realiza un foro, y máxime del nivel del que estamos hablando, y con un personaje tan complicado como el multicitado señor Trump, lo primero que el Poder Ejecutivo debió  cerciorarse es que llegaran las confirmaciones de los dos, y establecer a ambos candidatos que a la falta de una confirmación no se podría llevar a cabo tal encuentro.
El segundo punto que observo a nivel de análisis, es que se dice que fue el Secretario de Hacienda y Crédito Público, el que sugirió al Presidente de la República  tales encuentros para,  decían, sin que esto nos conste, se calmaran los mercados porque la descalificación de algunas empresas especializadas al país podían seguir generando mayores consecuencias, por supuesto negativas a la economía del país.
En estos mismos conocimientos que tenemos, también se sabe que en esta decisión no estuvieron o no estuvieron de acuerdo la señora Secretaria del Exterior y el señor Secretario del Interior, y me parece que ahí hay una grave falla del Presidente de la República porque si es tema de materia exterior, el no contar en la mesa de la decisión o lo que se sabe, contar con el desacuerdo de la señora Secretaria, pues ya era de sí una decisión sumamente extrema.
Esta falta de oficio político, esta falta de visión política nos lleva a que el gobierno mexicano haya sido tomado como el tonto útil de esta historia, porque al mismo tiempo como no hay una coordinación por lo menos visible, apreciable en la logística, pues no hay quien le diga al Presidente que el señor Trump va a usar ese encuentro para un relanzamiento de campaña.
La mayor parte de los mexicanos un día antes empezamos a ver las noticias y luego nos empezamos a enterar de que después del encuentro en la residencia oficial, del señor Trump con el Presidente de la República, iba en el mismo avión que llegó a trasladarse a Arizona, que es uno de los estados de mayor discriminación, mayormente enemigos de la migración, para ahí hacer un relanzamiento de su campaña.
Entonces en estos análisis encontramos varios puntos que no concuerdan y que tienen que ser aclarados.
Otro tema que yo creo definitivamente le falla al Presidente, y le falla a la mayor parte de los hombres del servicio, y mujeres del servicio público de este país, es que la discusión de país a país, la discusión sobre este tema que está subiendo a la agenda el señor Trump, no es quién paga el muro.
A mí me aterra ver un twitter del Presidente de la República donde dice: “ratifica que México no va a pagar el muro”. Y luego el señor Trump le contesta: “Lo vas a pagar, lo que pasa es que no sabes cómo”.
El lenguaje político de los mexicanos, del Presidente del Senado de la República, de los que estamos en esta toma de decisiones, que tenemos esta capacidad de opinión y de acción, es “tal muro no se construye”.
¿Cómo es posible que tengamos esa aceptación de que no vamos a pagar el muro y aceptar de hecho que el muro se construya, sólo que nosotros no lo vamos a pagar? No, señoras y señores.
El discurso político de este país es: “El muro no se construye bajo ninguna circunstancia”.
¿Por qué? Porque es un atentado a la relación de ambos países, porque es, consecuentemente, la división de dos esfuerzos que se están simbolizando y se están llevando a cabo a través de diferentes acuerdos y a través de diferentes acciones.
¿Qué es lo que sugiero a nivel de análisis?
Lo primero, dejemos en paz a ese hombre, dejémoslo en paz, que sea el gobierno de los Estados Unidos, que sean los ciudadanos estadounidenses los que le den su merecido a través del voto, porque yo les aseguro que no es tema de nosotros estar tirándole lodo a ese hombre, déjenlo en paz, que sean los estadounidenses los que lo castiguen con la acción del voto.
Yo les aseguro que si ese multicitado señor Trump llegase a ganar, la sabia decisión del pueblo estadounidense le va a colocar un Congreso de oposición que le va atajar todas sus pervertidas decisiones. Ese país sabe votar, no lo tengamos como un pueblo iluso, saben perfectamente cómo desarrollar sus votos y cómo crear y generar los equilibrios de poder en su sistema.
Quisiera para terminar, señor Presidente, dos cosas: lo primero, decirle al Presidente de la República que hay una lección que nos da el maestro Cervantes en aquella pródiga obra de El Quijote de la Mancha, decía: “Que a un toro nunca se le debe de poner uno por delante; a una mula nunca se le debe de poner por detrás; y a un canalla nunca se le debe de poner por ningún lado”.
Y ese fue el error de este sistema que se creyeron más vivos que el señor éste y le resulta en un gran fracaso.
Mi propuesta tiene que comparecer la señora Secretaria del ramo. Nos tiene que informar qué ocurrió, cómo ocurrió y por qué ocurrió.
Cuando nosotros tengamos de voz de ella, de voz de las personas que toman las decisiones de política exterior, nosotros con la información que hemos captado y, por supuesto, con la información que ella nos presente, entonces podremos tomar decisiones.
Les agradezco mucho el favor de su atención, gracias al señor Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador Marco Antonio Blásquez.
Tenemos registrada la última oradora, la Senadora Angélica de la Peña Gómez.
La Senadora Angélica de la Peña Gómez: Muchas gracias, Presidente.
Señoras y señores.
Bueno, yo creo que no hay discusión respecto a la definición de quién es Donald Trump.
No hay debate respecto a qué tipo de sociedades norteamericanas está representando.
No hay discusión respecto a la historia que tenemos con Estados Unidos, porque ha tenido altibajos, qué se yo.
Me parece que la discusión que estamos dando aquí, no está alrededor de Trump, sino por qué el Presidente de México le invitó, por qué el Presidente de México que representa al país no toma las medidas pertinentes de información, de impacto, claro, también de la historia, claro también del tipo de persona que es Donald Trump y las posibles consecuencias que puede traer tomar la decisión de invitar a este señor y tratarlo como Jefe de Estado, como aquí se ha dicho.
Y qué es lo que decíamos hace ocho días en una conferencia que tuvimos distintos Senadores y Senadoras del PRD, el Senador Encinas, el Senador Mario Delgado, el Senador Isidro Pedraza, y entonces decíamos está visita la repercusión que va a tener es que se va a utilizar.
Para quien hoy está abajo en las encuestas respecto a Hillary Clinton y lo va a utilizar subir.
Y bueno pues la noticia ya la tenemos enfrente.
La encuesta telefónica que realiza CNN, a nueve semanas de la elección le da 45% a Donald Trump en preferencias y a Hillary Clinton le da el 43%.
Es decir, en el esquema de Donald Trump para venir a México y aceptar la invitación de nuestro Presidente, de nuestro país y que claro que nos importa mucho en el Senado de la República lo que acontezca, porque resulta ser que esa es una  materia del Senado de la República a la política exterior, y aquí deberíamos estar tratando el tema de manera abierta, responsable y sin partidismo.
Yo también estoy de acuerdo que en los partidismos de repente no son muy buenos, sino hagámoslo como mexicanas y como mexicanos, pero además como Senadoras y Senadores, porque es nuestra responsabilidad.
Formamos parte de una de las dos Cámaras del Congreso de la Unión que tiene y mandata la facultad precisamente de la política exterior.
Es decir, es nuestra materia, es decir, necesitamos nosotros asumir nuestra responsabilidad y pedirle al Presidente de la República una reconsideración de una equivocación y nosotros estamos obligados a eso, a pedirle al Presidente de la República que, ciertamente, reconozca que fue una equivocación de gran envergadura.
Hoy nos lo está diciendo así la encuesta de la CNN.
Entonces, me parece que cuando se menciona que el Presidente cayó en la trampa, pues sí cayó en la trampa, no nos importa aquí hablar de Donald Trump, ni hablar de la crisis que tenemos en materia de derechos humanos y de cómo viven, sobreviven los y las mexicanos en Estados Unidos, sobre todo quienes están en una situación irregular.
El problema es pedirle cuentas al Presidente de la República, por haber tomado una decisión realmente, trascendentalmente equivocada. Ese es el tema, no otro, no venir aquí a hablarnos de las relaciones de México y hablar de la personalidad de Donald Trump.
Ya sabemos quién ese ese señor.
Ya sabemos que anda en campaña.
Ya sabemos qué es lo que está planteando.
Ya sabíamos, debimos haber sabido y alguien debió haberlo dicho, sobre todo quienes son de su partido. Haberle dicho al Presidente que era un error invitar a este señor, porque claramente lo iba a utilizar para su campaña, como así fue.
Entonces, yo creo que necesitamos, el Senado de la República asumir, compañeras y compañeros, asumir nuestra responsabilidad, y asumir nuestro mandato planteado en la Constitución respecto de cuál es la potestad del Senado.
Y, es muy lamentable que aplicándose  los partidismos, aquí no se permita acordar, como deberíamos hacerlo, de manera independiente, de manera autónoma como Poder de la Unión deberíamos nosotros hoy estar decidiendo un extrañamiento al Jefe del Ejecutivo Federal respecto a una decisión que va a tener, que ya está teniendo trascendencias verdaderamente terribles.
La primera, ya nos dividió y ya nos confrontó y ya tenemos un Presidente, por desgracia, por desgracia y lamento  mucho decirlo, pues muy debilitado, y eso no nos conviene a nadie, de ningún partido, pero sobre todo, no nos conviene a las y los mexicanos, sobre todo quienes están allá batallando todos los días siendo perseguidos por las autoridades migratorias; y tampoco nos conviene como país frente a la globalidad internacional.
Tenemos un Presidente, por desgracia, muy debilitado por una decisión equivocada, eso hay que decirlo y reconocerlo de manera puntual.
Gracias por su atención.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senadora Angélica de la Peña.
Le pido a la Asamblea un minuto de su atención, voy a solicitar a la Secretaría que consulte a la Asamblea, en votación económica, si está suficientemente discutido el tema.
No sin antes informarle que tengo registrados todavía al Senador Raúl Gracia, al Senador Mario Delgado y al Senador Gerardo Flores para que hagan de su consideración lo que crean conveniente.
El Senador Isidro hace una moción de orden.
El Senador Isidro Pedraza Chávez (Desde su escaño): La Senadora Angélica de la Peña hizo alusión a mi persona, entonces, yo pido la palabra. Sí, sí lo hizo.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Senador, perdón, déjeme escuchar al Senador Mario Delgado.
El Senador Mario Delgado Carrillo (Desde su escaño): Sí, por la misma razón, Presidente, solicitarle el uso de la palabra, ya sea por la vía que usted amablemente está planteando o por las alusiones personales que hizo la Senadora Angélica de la Peña.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Me parece, estimados Senadores que la conducción de un debate pactado, que fue aprobado por la Asamblea se llevó a cabo con gran tolerancia, se permitió el uso de la palabra en un tiempo que no estaba pactado, me parece que transcurrió muy bien el debate en esos términos.
Sin duda, igual que ustedes yo conozco bien el Reglamento, estoy obligado a darles el uso de la palabra, pero ustedes saben que ese no sería el uso correcto del Reglamento.
Lo dejo en ustedes, si ustedes quieren hacer uso del Reglamento en esos términos, les doy el uso de la palabra.
No sé a quién aludieron primero, si ustedes quieren en esos términos, tienen el uso de la palabra, y si me indican a quién aludieron primero, si al Senador Mario Delgado o  al Senador Isidro.
Perdón, sí, Senador Gerardo Flores.
El Senador Gerardo Flores Ramírez (Desde su escaño): Gracias Presidente, lo que pediría en estos casos, yo tengo duda de que hayan sido aludidos, que se revise la versión estenográfica para ver en qué momento fueron aludidos de manera personal.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Senador, sí, sí fui yo que escuché claramente que fueron, no es el contexto del Reglamento del Senador, pero fueron aludidos, yo estoy obligado a hacer cumplimiento del Reglamento, les notifiqué a los Senadores, les hice una reflexión, y estoy obligado a cederles el uso de la palabra; si ellos desean hacer uso del Reglamento en estos términos, bueno, pues yo no se los puedo impedir.
Senador Mario Delgado, por favor.
El Senador Mario Delgado Carrillo: Bueno en esa tolerancia pues que se siga con el debate, y se aprueben algunos turnos que se han planteado aquí, no sé qué diga la Asamblea.
Bueno, muchas gracias Presidente, por disponibilidad, yo lo planteé desde el miércoles pasado por eso mi interés en participar el día de  hoy, justo en el momento en que estaban ocurriendo los hechos, señalé que el Senado de la República tenía que diferenciarse de esa decisión que había tomado unilateralmente el Presidente de la República, sin imaginar todavía la enorme reacción que iba a provocar en todos los mexicanos esa invitación, ese vergonzoso hecho.
El miércoles pasado, ha sido uno de los días más negros y aciagos de nuestro país.
Nuestra nación entera terminó ese día, esa jornada con un sentimiento de enojo, de vergüenza y frustración,
¿Por qué nos hace esto el Presidente de la República?
¿A quién se le ocurrió, qué ganó México?
Preguntas y respuestas que alimentan el hartazgo nacional. No hay enemigo más grande en el mundo para el futuro de nuestro país, y de nuestra relación con Estados Unidos que Donald Trump.
Nadie ha ofendido de manera tan grave y directa a los mexicanos como este personaje profundamente misógino, racista, ególatra, ignorante, en fin, un personaje que promueve el odio.
Hace tiempo en una entrevista que le hicieron a Arianna Huffington decía que: “independientemente de la estridencia de Trump y sus propuestas, lo verdaderamente grave para Estados Unidos y para el mundo, era que una persona con la madurez emocional de un niño de seis años tuviera en sus manos el control del arsenal nuclear suficiente para destruir varias veces el planeta”.
Mark Singer, uno de sus biógrafos, describe a Trump como un hombre que cuenta con el lujo máximo, una existencia sin el perturbador rumor de un alma, lo que es absolutamente sorprendente es que el Presidente mexicano pensó que podía tocarle el alma, que podía cambiar la valoración que tenía sobre los mexicanos.
Quiero dejar el análisis de las causas y razones por las cuales el Presidente haya invitado al país a Trump, con consecuencias de dimensiones históricas, para ver cuál es el potencial de estas consecuencias.
Primero.- Se vuelve funcional a la campaña de Trump, porque Trump viene el día, la hora y en las condiciones que le convienen a su campaña.
Segundo.- El Presidente Peña pretende disculpar a Trump diciendo que las ofensas son malentendidos, es decir, el mensaje a los mexicanos en el exterior es que Trump no ofende, que tenía un mal concepto, un mal entendido de los mexicanos.
Tercero.- Avala de manera indirecta el muro, lo cual es el instrumento de campaña más poderoso que tiene Trump hasta el momento en su campaña.
Segundo.- Dinamitó la relación con Estados Unidos, si gana el señor Trump lo va a volver a atropellar al Presidente de la República, porque ya no le tiene ningún respeto.
Y si gana Hillary Clinton, Peña se ubicó del lado de sus enemigos.
México queda vulnerable y en riesgo frente a la relación con el país más poderoso del mundo.
Tercero.- Acepta el muro implícitamente al ubicar el debate como si fuera financiero, quién lo va a pagar, cuando lo inaceptable es el muro, porque es el discurso que divide y separa a nuestros pueblos.
Cuarto.- Acepta sin más la renegociación del Tratado de Libre Comercio a un personaje que no representa al gobierno ni al pueblo americano.
Y peor aún, a un personaje que ha declarado que el Tratado de Libre Comercio sólo ha favorecido a México y que le ha robado los empleos a los estadounidenses.
Acepta, sin chistar, esa renegociación.
¿Y cuál es lo más grave? Que Hillary también en su campaña propone abrir el Tratado.
De tal manera que si es un Trump que va a atropellar al Presidente, o una Hillary agraviada. En esas condiciones nos pone a renegociar el Tratado de Libre Comercio, cuando dependemos, esta economía depende de la economía americana, todos sabemos de la relación tan estrecha que existe entre la producción industrial de México y la producción industrial de los Estados Unidos, pone en grave riesgo la economía nacional, porque nos pone a negociar desde una posición totalmente derrotista.
Y por último, y con esto termino, Presidente, gracias por su tolerancia.
Tira por tierra el prestigio de México tan largamente construido en materia de política exterior en el mundo.
¿Qué vamos a hacer?
¿Cómo minimizar estos riesgos?
Pensemos una cosa y en nuestra responsabilidad.
¿Qué es más costoso? Que siga el Presidente de la República en estas condiciones con estos riesgos y esta vulnerabilidad a la que ha dejado a la economía y a la soberanía nacional, o que nosotros asumamos nuestra responsabilidad de representar al pueblo y pedirle al Presidente que ya se vaya, que ya renuncie.
Cuando Nixon renunció fue porque su partido se lo pidió, le dijo que pensara en el país, y su partido, y esto se los digo a ustedes, Senadores priístas, asuman la responsabilidad con la nación, asuman la representación política que tienen y pídanle al Presidente que ya renuncie, que ya se vaya y deje de exponer a México ante el mundo.
Muchas gracias.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias.
Senador Pedraza.

El Senador Isidro Pedraza Chávez: Gracias.

Compañeros, finalmente, este debate pactado no había intención de participar en él, porque no tiene una finalidad, un propósito más que hacer catarsis.
Yo como mexicano, en primer lugar, fijo mi posición y la hemos fijado muy  clara, en términos de rechazar las imputaciones que ha hecho el candidato republicano.
Pero en este Senado habría que sacarle ventaja a esta discusión, y habría que buscar la manera de que trabajáramos ahora nosotros frente a lo que se barrunta sobre nuestro país, un tratado de derechos humanos con los Estados Unidos.
i hoy solamente como candidato declara y no se muerde la lengua para ponernos epítetos, habría que trabajar nosotros para que pudiéramos entonces prever la actitud agresiva y discriminatoria que utiliza con los mexicanos.
Por eso, si la intención de verdad de lo que se ha manifestado en esta tribuna es defender la dignidad de los mexicanos, habría que actuar nosotros para empezar a trabajar en un tratado de derechos humanos que permita que logremos también resolver temas que están en la agenda México-Estados Unidos y que no se han abordado y que tienen que ver con los derechos de los mexicanos para poderse legalizar y legalizar su estancia en los Estados Unidos.
Este Presidente tiene una actitud premeditada valorada, que ha sido el éxito de su crecimiento electoral.
Por eso nosotros debemos tomar medidas como mexicanos, como Senado de la República, como el área que tiene que ver en ese tema para poder establecer,
¡Hay cabrón! ¿Dos minutos? Para poder establecer, nosotros, la condición de defensa de los mexicanos, no solamente en la tribuna, compañeros, no solamente aquí hay que desgarrarse las vestiduras, hay que hacerlo en la práctica y poder trabajar cómo elaboramos documentos que obliguen al gobierno norteamericano, incluso antes de que termine la administración de Barack Obama, porque ha sido el Presidente que no nos ha agredido con la lengua, nos ha agredido en la práctica y ha expulsado el mayor número de mexicanos de ese territorio y de latinos.
Por eso compañeros, habría que establecer un documento y una serie de documentos que endurezcan la acción para defender los derechos humanos de los mexicanos en  Estados Unidos.
Gracias por su tiempo.
 (Aplausos)
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Senador.
Senador Raúl Gracia.
El Senador Raúl Gracia Guzmán: (Desde su escaño) Presidente, según entendí la lectura de los oradores apuntados una vez que había dado conclusión al trámite, éramos cuatro, de los cuales dos ya tuvieron oportunidad de pasar, en base a la argucia parlamentaria de la alusión personal.
Yo creo que no sería mucho pedir que los otros dos Senadores que no utilizamos dicha estrategia, por llamarla de alguna manera, pudiéramos ser autorizados por usted y por el Pleno a usar la voz desde la tribuna.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias Senador Gracia.
Me parece que su consideración la ha escuchado el Pleno, yo no podría violar el Reglamento, el Pleno ha escuchado su solicitud y le pediría a la Secretaría, consulte a la Asamblea, en votación económica, si el asunto se encuentra suficientemente discutido.
La Secretaria Senadora Itzel Sarahí Ríos de la Mora: Por instrucciones de la Presidencia, consulto a la Asamblea, en votación económica, si considera que el dictamen se encuentra suficientemente discutido.
Quienes estén por la afirmativa, les pido por favor que levanten su mano.
 (La Asamblea asiente)
Quienes estén por la negativa, favor de levantar su mano.
 (La Asamblea no asiente)
Suficientemente discutido, señor Presidente.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Gracias, Secretaria.
Una vez concluido el debate, daremos turno a la proposición que suscribe el Senador Miguel Barbosa Huerta, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con punto de acuerdo por el que el Senado de la República evalúa, se pronuncia y asume una posición respecto a la visita de Donald Trump a nuestro país.
El turno es la Junta de Coordinación Política.  Mándese el turno para allá.
Compañeros Senadores: Les informo que las iniciativas y proposiciones que no fueron presentadas en tribuna se mantendrán para una segunda sesión en la agenda.
Los textos de las intervenciones del rubro de efemérides de nuestra agenda se integrarán en el Diario de los Debates.
Se levanta la sesión y se cita hasta la siguiente sesión ordinaria del jueves 8 de septiembre, a las once horas.

Se levantó la sesión a las 15:18 horas.

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