7 oct 2008

Controles de confianza


Controles de confianza /Fred Álvarez Palafox.
Publicado en Código Topo, suplemento de Excélsior, número 1, lunes 6 de octubre de 2008;
¿Se puede determinar con certeza y mediante alguna prueba quiénes son os malos elementos policiacos?
¡La respuesta es no!
La XXIII Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), celebrada en Palacio
Nacional el día 21 de agosto de 2008, donde se firmó un Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, acordó por parte del El Poder Ejecutivo Federal a alcanzar los siguientes objetivos, a saber: I. Depuración y fortalecimiento de instituciones de seguridad y procuración de justicia. 1.1 Crear un modelo nacional de evaluación y control de confianza; y 1.2 Impulsar la creación de centros estatales de control de confianza certificados.
Ello significa que en un año – menos de 11 meses ya- se va a evaluar permanente al personal de las instituciones policiales, de procuración de justicia, de los centros de readaptación social de todo el país. Existe el compromiso también de "dar seguimiento a elementos dados de baja y a comunicar sus resultados a un observador ciudadano".
El punto 1.4 se refiere a "establecer un sistema nacional de desarrollo policial. Para ello. "La Secretaría de Seguridad Pública (en coordinación con las entidades federativas) se compromete a perfeccionar los mecanismos de reclutamiento, selección, capacitación, promoción y retiro de los elementos de las instituciones policiales del país."
Estamos hablando de que el presidente Calderón apuesta acabar con la corrupción en todos el sistema de procuración de justicia, y sobre todo en las 516 mil 820 policías que existen en México (Enfoque de Reforma, 24/08/ 2008). ¡De ese tamaño es el desafío!
Exactamente un mes después –el 22 de septiembre-, en el análisis de la glosa del II informe de gobierno el senador Pedro Joaquín Coldwell, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales criticó duramente el nuevo modelo Nacional de Evaluación y Control de Confianza que pretende instaurar el gobierno de Felipe Calderón. Es tan inútil dijo, como "la carabina de Ambrosio", luego de recordar que varios policías modelo, entre ellas Lorena González, la policía acusada de participar en el secuestro del niño Fernando Martí, y Virginia Bastida Morales, alías “La Comandante”, acusada se comandar una banda de secuestros contaban con certificado de confianza y resultado de la evaluación del desempeño “muy buenos”.
Para el legislador priista las dependencias de procuración de justicia enfrentan un grave problema de infiltración del crimen organizado. Se han convertido –dijo- en la mayor amenaza y vergüenza nacional, debido a la ausencia de controles de verificación y confianza.
El Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna le replicó en sus observaciones informando el enorme esfuerzo que conlleva dignificar las policías. Precisó que a él cuando fue director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), le tocó destituir y llevar a juicio a más de 2 mil policías corruptos*; haciendo hincapié que muchos de ellos ganaron el amparo de la justicia, empero, subrayó que “hay evidencias” contundentes de vínculos formales con hechos delictivos. Por lo que le precisó al Senador que la corrupción en las policías no es de hace un año. (Dos mil policías sólo en el gobierno de Vicente Fox, y alrededor de 800 más fueron depurados en la época que inició Jorge Carpizo, Antonio Lozano y Jorge Madrazo; todos ellos se ampararon, algunos regresaron a sus puestos una vez que ganar el recurso por la vía del amparo e incluso se les pagaron salarios caídos)
Los cuestionamientos sobre la falta de controles policíacos, sobretodo en la SSP, también se registraron en la bancada del PAN en voz del Senador Federico Döring, quien dijo que "las evaluaciones de los centros de control de confianza (...) ha demostrado en los hechos que es por sí misma incompleta, el caso de Lorena González (lo) ejemplifica".Y, no resulta difícil hacer una crítica al los sistemas de control de confianza del gobierno, toda vez que ha tela de donde cortar.
El problema de las policías es grande y no se va a resolver –como se cree- aplicando exámenes de control de confianza como si fuera una varita mágica. No. El asunto es más de fondo requiere inteligencia. Como dice el Senador Manlio Fabio Beltrones “hace falta mucha inteligencia, servicios de inteligencia e inteligencia en buena parte de los funcionarios". Quizás en México debamos voltear más la mirada al sur, hacer lo que que hicieron los brasileños y además emplear a fondo el uso de la biométrica en el mismo nivel que se está aplicando en la agencia Nacional de Seguridad de EE UU.
Lo primero que debe resolver el Presidente Calderón es el problema de las policías. Arreglar el conflicto entre la Policía Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigaciones.
¿Qué son los exámenes control de confianza?
"Son una serie de exámenes para seleccionar y evaluar personal y según, permite “detectar vulnerabilidades para detectar riesgos de corrupción, impunidad y penetración del crimen organizado que puedan dañar el patrimonio y el cumplimiento de los objetivos de las instituciones”, así lo describió Guillermo Valdés, director del CISEN en la XXIV reunión del CNSP del 19 de septiembre; aunque preciso que "todavía" no es momento de someter a la consideración de este Consejo dicho protocolo, en los hechos quedó pre aprobado sin ninguna observación.
El Artículo 85 del reglamento de la Ley Orgánica de la PGR señala que Los procesos de evaluación comprenderán los exámenes siguientes: I. Evaluación médica; II. Evaluación toxicológica; III. Evaluación de aptitudes físicas; IV. Evaluación psicológica; V. Evaluación del entorno social y situación patrimonial; VI. Evaluación poligráfica; VII. Evaluación del desempeño, y VIII. Las demás que establezca el Procurador."
De todos los exámenes, el más polémico es el poligráfico.
Para Guillermo Valdés el polígrafo “permite en el caso del personal de nuevo ingreso, garantizar que este sea confiable, que este apegado, que sus hábitos personales, que sus valores y sus principios sean acorde a los que la institución requiere, y por tanto de esa manera, se previenen riesgos en la actuación del personal que puedan dañar a la institución y su funcionamiento.”
La pregunta obligada es ¿realmente funciona? ¿Es científico? Porque para muchos es que como si fuera Dios. Según lo que determine el detector de mentiras es contundente y por tanto infalible.
Una vacilada: Rivera Carrera:
Personalidades como el Exprocurador Jorge Carpizo y la Profesora Elba Esther Gordillo le han dado tal credibilidad que han pedido ser sometido a la prueba del polígrafo. La primera vez el Dr. Carpizo retó -e incluso en la TV-, al ex nuncio Girolamo Prigione y la segunda -en el año 2001- hizo lo mismo con el Cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez para que ambos se sometieran públicamente a un examen del detector de mentiras. El caso de la Profesora Gordillo lo pidió cuando se enredó en un ríspido y largo debate en el cual acusó de mentir a Roberto Madrazo.
Pero para Madrazo y el eminentísimo arzobispo primado de México Norberto Rivera Carrera el detector de mentiras fu calificado como una vacilada.
Hay otros políticos que han pretendido usar el polígrafo como si fuera un espectáculo e incluso lo han llevado a la Televisión. Bueno hoy día hay reality shows donde los participantes se someten a la “prueba de Dios”.
Total. Quizás como está las cosas de la desconfianza el polígrafo se volverá tan necesario en nuestra vida que hasta para obtener una licencia de conducir o para poder casarnos nos tengan que pedir la prueba de de polígrafo. Es más, ya entrando en ocurrencias no descartemos un acuerdo entre los Consejeros del IFE y pidan la prueba del detector de mentiras como prerrequisito para quienes quieran competir en un cargo de elección popular. Suena a chunga, pero en un país como el nuestro todo puede ser.
¿Qué es el polígrafo?
Es un instrumento que monitorea y registra cambios fisiológicos, tales como la presión arterial, el ritmo cardiaco, los niveles de respiración, la presión sanguínea, y la respuesta eléctrica o conductancia de la piel.
Se usa en los EE UU en las 16 agencias gubernamentales de Seguridad, como el FBI, CIA, NSA, DEA; 100 países lo tienen como base para solicitar o permanecer en une empleo; su uso se extiende ya a empresas privadas; seis países de esos 100 son de América Latina, incluso en algunos se utiliza como prueba judicial, como en Guatemala y Panamá.Supuestamente el temor a ser descubierto genera cambios físicos en el momento en que responde una falsedad, cambia la respiración, la temperatura del cuerpo, y la presión sanguínea y el pulso cardiaco.
Y según, un poligrafista profesional puede interpretar estos cambios y detectar la falta de honestidad.Aparentemente se han realizado muchos estudios sobre su efectividad, en algunos casos se habla de que es capaz de determinar la veracidad de un testimonio con un nivel de confiabilidad entre el 80 7 el 85% y en el mejor de los caso se habla del 95% y el 98%.
Las respuestas fisiológicas que mide, normalmente ritmo cardiaco y respiratorio, junto con la conductividad de la piel no son forzosamente signos de falta de honradez. Otros especialistas señalan que el polígrafo detecta más el miedo que la mentira.
Empero, según un informe de la Academia Nacional de Ciencias de los EE UU el polígrafo no tiene validación científica alguna. Incluso ese estudio (THE POLYGRAPH AND LIE DETECTION, 2003, 416 págs., Committee to Review the Scientific Evidence on the Polygraph, National Research Council), estimó que de aplicarse a una muestra a 10,000 personas, de las cuales 10 fueran espías, en el resultado más probable es que sólo 8 de éstas serían identificados por el polígrafo como tales, a la vez que serían considerados probables espías y rechazados 1598 (casi un 16%) de los inocentes.
Según esto, sí de 10 mil personas sometidas a las pruebas, 1597 son considerados probables corruptos, imaginemos cuantos probables inocentes encontraremos en los 516 mil 820 policías que existen en México
Para el sicólogo David Lykken, de la Universidad de Minnesota, y autor del libro Tremors of Blood: The Uses and Abuses of the Lie Detector, “una persona inocente que dice la verdad tiene una posibilidad de 50/50 de reprobar un polígrafo.
Dijo el Procurador Medina Mora a los legisladores que en lo que va del gobierno del Presidente Calderón (hasta el 31 de agosto de 2008), han realizado exámenes de control de confianza a 11 mil 586 personas en la PGR, de las cuales han salido como no aptos, 7 mil 236. Es decir, el porcentaje es mucho más alto, de lo que plantea Lykken, concretamente 62.45 0%.
Ahora, no sabemos cuántos reprobaron la prueba poligráfica, toda vez que el exámenes comprenden también la evaluación médica; toxicológica; psicológica; del desempeño, del entorno social y situación patrimonial.
Por otro lado, en su comparecencia en comisiones del Senado de la República, Medina Mora aceptó públicamente que los exámenes –no dice que parte de ellos- no son infalibles, pero sin embargo, “en general la regla es que (las personas) tendrán que dejar la institución.”. Y aunque admite que hay una falla en la legislación que debe corregirse debido a que “que es particularmente rígida en los mecanismos de reclutamiento.”
Y debería agregarse que es discriminatoria y en algunos caso violatoria a la privacidad y a los derechos humanos.
En el texto de la recomendación 008/2003-, el Dr. José Luis Soberanes, le dice al Almirante Secretario de Marina: “resulta pertinente precisar que la práctica del examen poligráfico es una agresión al derecho a la privacidad y es inadmisible que un trabajador, dentro de una investigación administrativa, deba renunciar a este derecho y permita que terceros conozcan su vida privada (…) Es importante señalar que el uso del examen poligráfico no se encuentra autorizado en ley alguna para que pueda servirse de él alguna autoridad o servidor público durante la fase procedimental de cualquier investigación, Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, ya sea de carácter administrativo o penal, por lo que utilizarlo implica que dejen de observarse las formalidades esenciales del procedimiento y que se vulnere el principio de legalidad y el derecho a la seguridad jurídica de las personas, contenidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución”.
Además, hace cuatro años el Senado de la República aprobó un Punto de Acuerdo donde recomendó al Ejecutivo que no se aplicará el polígrafo por considerarlo violatorio a los derechos humanos y discriminatorio.
Sin duda muchos de los 7, 236 personas que han reprobado los exámenes en este gobierno en la PGR son sin duda corruptos, y que bueno que los hayan detectado y obligado a abandonar la dependencia.
Pero lo preocupante y graves es muchos de los que no aprobaron son sin duda gente honesta y con buenos antecedentes, y que por ese hecho deben dejar las instituciones a las que pertenecen.
Muchos de los empleados además de que se quedan sin empleo, quedan frustrados, y lo que es pero quedan estigmatizados, sin posibilidad de empleo en otras partes. (Asi está planteado en el observatorio ciudadano). ¡Cuidado! ¡No nos equivoquemos! Y paguen justos por pecadores.
Y por otro lado, hay personas inmunes al polígrafo, policías deshonestos –los caso son varios y evidentes-, donde la simulación forma parte de su cultura y suelen pasar inadvertidos. Muchos de ellos son mitómano, sicópata o sociópatas. Recuerdan la forma de hombre bueno que adquirió el mayor genocida del siglo XX el serbio Radovan Karadzic. Por cierto, a muchos fascinó ese disfraz de gurú venerable, sobre todo, esa segunda vida de santón bondadoso tras la que se ocultó por muchos años.
Los casos en que ha fracasado son muchos
El caso paradigmático es el del agente doble Aldrich Ames, que superó sin problemas varios exámenes del polígrafo durante una década aplicados por expertos de la CIA mientras trabajaba para la ex KGB. No es casual que los terroristas islámicos casi nunca han sido detectados por ese instrumento. ¿Por qué? Porque sencillamente se preparan para ello. En noviembre del 2001, el ejército de EE UU se apoderó en Kabul de los papeles secretos de Al Qaeda, y entre otras cosas - manuales de fabricación de armas, programas informáticos de simulación de vuelo, correspondencia de Osama Bin Laden, cómo fabricar chalecos antibalas con materiales rudimentarios – encontraron un documento de cómo superar con éxito la prueba de un detector de mentiras.
Y es que según expertos, en 30 minutos se puede entrenar a alguien para engañar y pasar un examen poligráfico, es el caso de Drew C. Richardson, agente del FBI quien le enseñó a su hijo cómo engañar al detector de mentiras.
Para David Lykken, una vez que la persona entiende cómo funciona este sistema, no es difícil derrotarlo; El sicólogo de la universidad de Minnesota recomienda apretar el esfínter anal, pisar una tachuela previamente colocada dentro de su zapato, morderse la lengua o el labio, o concentrase en hacer aritmética mental tan pronto que uno responde que no. Dice que “el esfuerzo de esto último, o el dolor de morderse el labio o la lengua, produce el mismo tipo de espasmo de la aguja del polígrafo que la provocada por una respuesta emocional involuntaria, y el poligrafista no puede detectar la diferencia''.
Quizás sean esas recomendaciones de Lykken las mismas que confiscó a Al Qaeda la inteligencia norteamericana en Kabul en 2001.
Insisto, la prueba más contundente que no funciona los controles de confianza tal y como están diseñados es que el crimen organizado ha penetrado a las instituciones policías donde desde hace años.
Aunado a ello muchos de los poligrafistas no son verdaderos profesionales. Hay casos donde se han aplicado durante nueve horas, lo que ha sido considerado un caso de tortura. No es casual que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha emitido dos recomendaciones, una la Secretaria de Seguridad Pública y otra a la Secretaría de Marina.
Pero, parece que el combate al crimen organizado lo justifique todo.
El gobierno del Presiente Calderón debe ser muy cuidadosos y no equivocarse.
Ahora, sin duda gracias a los controles de confianza se han detectado muchos casos de corrupción. Y qué bueno que ha si sea. Genaro García habla de 2000 policías despedidos por vínculos de corrupción. Por cierto, también hay que voltear la mirada al papel que hace el Poder Judicial, el cual ha dado cientos de amparos a policías corruptos.
Y por cierto en la firma del Acuerdo nacional Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, el Poder Judicial no se compromete a crear un sistema de Control de Confianza. Ya que si funciona, debiera ser aplicado a jueces y magistrados y a todos los empleados de confianza. A lo que más se comprometen es en un plazo de 30 meses a fortalecer los mecanismos de selección de jueces y magistrados. No dicen cómo.
Regresando. El problema es que no podemos dejar todo al polígrafo como si fuera infalible, ya el Procurador Medina Mora acepta públicamente que no lo es. También la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha documentado que se ha abusado de él.
Lo que debe hacerse es reglamentar su uso. No sabemos hoy con qué periodicidad debe aplicarse, además se deben atender las recomendaciones de especialistas, pero quizás la clave en México sea usar más la inteligencia, privilegiar el factor humano, además de usar otras tecnologías alternas, como por ejemplo la biométrica
Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, la biométrica comenzó a ser considerada como una herramienta de seguridad, con ella se pueden en cuestión de segundo examinar rostros, voces, huellas digitales, tatuajes, cicatrices, rasgos faciales, el iris, y otras características físicas de los criminales. Se utiliza con tres finalidades: 1) verificar que una persona es quien dice ser; 2) determinar la identidad de un desconocido, y 3) comparar sus datos con los de una lista (de sospechosos, por ejemplo). La biométrica es sólo una parte de un sistema, y no puede ser completamente segura si el resto del proceso (en primer lugar, el factor humano) está expuesto a errores o engaños.
El gabinete seguridad nacional recibirá incrementos considerables, y vale la pena invertir en el factor humano. Si todo sale bien, la SEDENA obtendrá un incremento de 16.1% que equivale a 42 mil 423.3 millones de pesos; la SSP, obtendrá el 49.8%, equivalente a 30 mil 955.9 millones Y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, pasará de mil 270 millones de pesos autorizados en 2008 a 2 mil 439 millones para 2009.
Valdría la pena invertir en el factor humano y en nuevas tecnologías que aumente el nivel de certezas en la selección de funcionarios.

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